Renuncia de derechos: ni naruto o bleach me pertenecen lo unico mio son las creaciones originales todo lo demas lamentablemente no es mio TT_TT
-mmmmm-hablando
-(mmmmm)- pensando
-mmmmm- invocacion/demonio hablando
-(mmmmm)- invocacion/demonio pensando
-mmmmm- zampacktou hablando
-(mmmmm)- zampacktou pensandoCapitulo 52: Fuera de control
La situación en la sociedad de almas estaba bastante grave, desde el día anterior que el rubio se esfumo de la tierra y nadie tenia realmente idea de que estaba pasando con el y su espada, mas de uno de los shinigamis afirmaba que estaban teniendo una lucha inclemente en el mundo de los hollows y que se extendería para siempre, otros decían que el rubio había muerto y que entonces Kuraishi reacciono suicidándose por su amado portador, algo trágico y por fortuna no era la verdad, otro mas decían que simplemente el rubio había arrastrado a la espada a un cuarto de hotel y que desde entonces habían estado teniendo sexo para calmar ala feroz espada, quizá debieron tomar mas en cuenta a ese shinigami, por todos lados resonaban los ecos de la batalla y en un campo un hombre de cabellos negros y siempre estoco se batía en duelo contra el enmascarado frente a el, los pétalos rosados volaban por el aire destrozando todo a su laso mientras Byakuya se enfrascaba en una feroz batalla contra senbonsakura, por otros lares un vendado Renji se movía con cierta desesperación tenia ya horas buscando a su espada y simplemente no la encontraba por ningún lado francamente temía lo peor en ese momento; por su parte en el cuartel del escuadrón numero 14 algo por demás inusual pasaba en un lado de la mesa las mujeres Shinigamis bebían algo de te mientras frente a ellas las espadas rebeldes bebían de la misma bebida
-muy bien tu vas a regresar conmigo me oyes- dijo una irritada Soifong que apareció buscando a su adorada Yoruichi_sama para que le ayudase con a ubicar a su espada que muy amable solo le saludo mientras flotaba por la sala
-nunca, no hasta que tenga un buen aguijonazo de mi nuevo novio- la capitana se sonrojo ella comprendía bien de que estaba hablando Suzumebachi
-pero que cosas dices déjate de estupideces tu te regresas conmigo- ladro la molesta capitana mientras la pequeña espada le miraba enojada
-no!, no regresare contigo Naruto_kun va a ser mi novio y eso te molesta verdad flacucha sin chiste solo tienes miedo de que el me prefiera sobre ti- todas las presentes se alejaron un poco de la ahora furiosa Soifong ala que le temblaba una ceja
-estas loca! Que podría el ver en ti que no le ofrezca yo- y empezó entonces una serie de reclamos y gritos de ambas mientras se echaban en cara sus virtudes para seducir al rubio
-ya dejen de pelear de todos modos un solo golpe del grandioso pene de Naruto_kun despedaza a la pequeñita jajajaja aunque no es tan mala forma de morir- si Anko se reía de lo lindo mientras todo mundo miraba a la pobre Suzumebachi que solo fruncía el ceño
-es verdad creo que Naruto_kun tiene "eso" mas grande que toda ella jajajaja- Mei le hizo segunda a la palimorada mientras un brillo iluminaba la estancia
-decían- dijo la ahora magnificada Suzumebachi de la estatura de la misma Soifong aunque con mas curvas que la misma capitana a la que solo le temblaba una ceja mientras todo mundo se chitaba la explicación de la espada, aparentemente ella podía controlar su tamaño pero por su estilo de lucha le convenía ser pequeña de ahí que ahora mismo fuese de esa estatura
-quieres dejar de presumir y regresar de una vez!- dijo la molesta capitana mientras su espada le miro sonriente
-nunca ahora de este tamaño mi encanto resalta mas que el tuyo- dijo señalando sus pechos copa c que obviamente eran fácil del doble que los de Soifong
-ya me harte voy a matarte!- y Suzumebachi salió corriendo mientras Soifong trataba de darle alcance.Un quejido de dolor llamo la atención de todo mundo hacia otro lado de la sala donde una maniatada Haineko colgaba de cabeza sobre una olla gigantesca llena de aceite hirviendo mientras una espeluznante Matsumoto la bajaba despacio -que diablos haces detente Matsumoto espera- decía la aterrada y pálida gata mientras Anko sonreía orgullosa ante el talento de la bien dotada rubia que bajaba poco a poco a la felina espada que solo forcejeaba mientras las risas crueles de su portadora resonaban en la habitación helando la sangre de las presentes, en el ultimo segundo Haineko se libero y a toda prisa se refugio a un lado de Hinata quien solo parpadeaba al ser ella el escudo humano que eligió la espada, -no hullas gata pervertida.... Tienes que pagar por robar mi fantasía de los clones de Naruto_kun- dijo la molesta mujer rubia mientras las espadas miraban a las demás sin comprender bien de que estaba hablando la mujer rubia hasta que claro Anko abrió la boca -Naruto_kun puede hacer copias de el copias reales que te hacen de todo sin parar - la sonrisa pervertida de Anko lo decía todo y el sonido de un cuerpo golpeando el suelo hizo a todo mundo voltear a ver a Hinata quien toda roja seguía de pie, a un lado de la mesa Tobiume estaba inconsciente con sangre saliéndole de la nariz -Naruto_kun... todos ...para mi sola- decía perdida en sus divagaciones mientras la espada gemela kestaba perdida en su mundo, la mayor Katen tenia una sonrisa comparable solo con la que tenia Anko en ese momento mientras su hermana aparentemente fría y sin sentimientos permanecía callada aunque la mancha roja en su mascara era my delatora, por su parte Hebi y Saru estaban en lo suyo
-eso no es justo Haineko, tuviste a naruto_kun para ti sola y con copias de respaldo eso no es justo- decía la joven pelirroja con lagrimas en los ojos mientras a su espalda Saru estaba algo...
-suéltame! Voy a matar a esa gata como se atreve a acaparar a Naruto_kun de ese modo y no decirnos cuando la agarre voy a arrancarle la cola- decía Saru mientras Shirayuki le sujetaba de los brazos y evitaba mirar al frente para que nadie viera su cara roja
-(oh Naruto_kun todos ustedes vana a descongelarme)- decía perdida en su fantasía antes de reaccionar y ocultar la cabeza, la sangre ya goteaba de su nariz
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naruto el ultimo shinobi
Randomlos derechos de cada obra no son míos sino de el autor