Capítulo 92: Batalla bajo tierra
Esa gran bóveda de roca se estaba agitando con fuerza con cada golpe violento, Ichigo estaba tratando por todos los medio a posibles de partir a Ulquiorra en dos pero no podía, desde que esas enormes alas de murciélago aparecieron en su cuerpo el pálido espada se movía mucho más rápido que antes, incluso más rápido que él y eso ya era decir demasiado pues como el mismo rubio se lo había mencionado, en esa nueva forma para pelear la velocidad de Ichigo debería estar incluso por arriba de la de Yoruichi, cosa que le pidió no le fuera a contar la mujer de ojos dorados pues su orgullo era algo muy apreciado por ella, y de saber eso seguramente entrenaría como loca hasta poder alcanzar o incluso superar el nivel de velocidad que Ichigo era capaz de alcanzar, aunque en esos momentos esa gran velocidad parecía no servir de nada — si solo puedes hacer eso, es lamentable pero no duraras mucho — mencionaba Ulquiorra con esa voz serena y casi carente de emoción alguna , todo sin dejar ad ver al shinigami en pleno fullbring quien solo murmuraba alguna clase de insulto antes de dejarse ir en contra de Ulquiorra con todo su poder, la espada negra que sostenía Ichigo pareció brillar repleta de esa mezcla de poder de su persona y el hollow interno , la hoja resplandeció antes de que fuera al frente con toda su fuerza en un intento por partir al enemigo en dos, de un movimiento inesperado una de esas enormes alas del Ulquiorra fue al frente casi como si se hubiera vuelto la misa espada , el arma de Ichigo golpeo contra esa negra ala que moviéndose a toda velocidad repelía al shinigami sustituto quien solo abrió enormes sus ojos ante tal acción, menos cuando Ulquiorra siguió el giro para volver a estar cara a cara con el joven de cabello naranja con su puño apuntando al frente, — bala — susurro Ulquiorra con toda la calma del mundo antes de que su puño emitiera ese brillo cegador al que le siguió una esfera de color rojo, por un segundo Ichigo pensó que se trataba solo de un cero pero lo que vio dejo en claro que estaba equivocado, y mucho, pues de la punta del puño de Ulquiorra salió disparada una esfera de color rojo del tamaño de una pelota playera que como si fuera un bólido dio de lleno contra él, por la cercanía no alcanzo a reaccionar a meter su espada en la trayectoria recibiendo el impacto del poder del enemigo que como si fuera un martillo lo empujo contra el suelo clavando al shinigami sustituto entre los escombros mientras la energía estallaba en una explosión carmesí de chispas rojas brillantes, todo el santuario del seis colas volvió a agitarse tras el golpe mientras las chicas solo podían ver como Ichigo era aplastado y Orochimaru trataba de salvar su pellejo.
— Ya deja de moverte que solo quiero aplastarte! — gritaba Tsunade lanzando otro enorme trozo de roca que como si fiera la cosa más ligera del mundo lanzaba contra el sanin de las serpientes que fiel a su costumbre se movía de un lado a otro eludiendo el ataque de su ex compañera
— Sigues tan violenta como siempre, se nota que no has aprendido nada nuevo el Tsunade kukukuku — el sanin de ojos amarillos dejaba salir esa risa insufrible mientras la rubia de ojos color miel apretaba un gran trozo de roca entre sus manos reduciéndole solo a pequeños escombros.
Tsunade solamente veia a su antiguo compañero con ira contenida antes de dejar caer esos proyectiles que sostenía, era demasiado curioso para el sanin que ella hiciera eso y pensó solo por un segundo que admitiría la derrota, después de todo ella siempre perdía en cualquier clase de juego o apuesta, — de hecho Orochimaru , yo también he aprendido trucos nuevos! — y Tsunade trazo un par de sellos antes de azotar con fuerza su pie en el suelo, todo el sitio se estremeció por la fuerza del impacto, pero no era eso pues el suelo estaba ileso donde la rubia golpeo más bien el suelo se estaba agitando por algo más, desde el muro a espaldas del difunto sanin de las serpientes las rocas se abrieron dejando salir esa largas raíces que crecían a toda velocidad tratando de sujetar al sanin de las serpientes que usando su habilidad flotante se alejaba del agarre — cuando demonios aprendiste a usar Mokuton, tu nunca pudiste hacerlo! — grito furioso y ciertamente sorprendido Orochimaru, desde siempre que conoció a la rubia ella intento por todos los medios de reproducir los ataques de su abuelo pero nunca pudo, por ello el verla hacer eso ahora mismo era en definitiva una sorpresa y un elemento que él no contemplaba, — cierto nunca pude hacerlo porque estaba demasiado centrada solo en mi fuerza, fue hasta que el mundo shinobi dejo de existir y tome este trabajo que mi mente se aclaró, y finalmente entendí lo que decía mi abuelito "siente al mundo" se refería a sentir la tierra y ser una con ella! — grito la rubia de grandes pechos antes de mover sus manos desde abajo hacia arriba, no solo podía crear madera como su difunto abuelo, lograba controlarla por completo a distancia como comprobó el sanin, pues esas raíces comenzaban a crecer fuera de control alargándose en un intento desesperado por alcanzar a hombre que solo se desvaneció en el aire, un zumbido fue todo lo que se alcanzó a oír antes de que el desapareciera y las raíces como afiladas espadas se clavaran en el techo de esa gran bóveda, — es un buen az , pero yo soy demasiado para ti Tsunade, siempre lo fui kukukukuku — la risa insufrible del hombre de ojos amarillos hacia a la rubia dibujar una sonrisa molesta, una vena pulsaba en su sien y Shizune sabía que eso no era para nada una buena señal, sin duda alguna su maestra estaba al borde de un colapso de ira.