Estaba en la cancha, era el día siguiente mientras practicaba con Kagami encestadas, estaba tomando agua hasta que sentí como el balón me golpeaba la pierna, solté un grito de dolor.
—¡Joder!
Grité, viendo como el agua se cayó, miré mal a Kagami quien me sonrió sin problema alguno, suspiré tomando mi botella, me había quedado sin agua.
—¿Te puedes quedar quieto un segundo, por favor? Es la tercera botella de agua desperciada.
Me quejé, mirándolo mal.
—Disculpa, es que en serio estoy muy emocionado, mi cuerpo reacciona solo. —Dijo con una gran sonrisa. —En serio, recciona solo.
—Solamente siendo un estúpido.
—¿Qué?
—Nada.
Alargué sonriendo, tomé mis cosas y nos fuimos juntos al salón, cuando vimos al capitán del equipo, Hyga, Kagami y yo fuimos corriendo hacia él, emocionados. Me aferré del brazo de Kagami por los nervios.
—No puedes jugar todavía. —Soltó. —Lo siento.
—¿Qué, por qué, no soy lo suficientemente bueno?
—Estás todavía a prueba, igual que tú Raquel
Rodeé los ojos, insatisfecha, Kagami arrastró conmigo al salón donde estaba la entrenadora, Aida tomando jugo viendo su consola, concentrada.
—¡Dame un formulario!
Nos escupió en toda la cara, me sequé asqueada.
—¿Qué pasa con todos hoy, tú también?
Dijo ya cansada, extendiendo un formulario volviéndose a sentar, los dos nos miramos confundidos.
—¿Cómo que él también?
—Kuroko pidió un formulario también.
Sonreí de ternura, a lo que Kagami soltó una maldición, le pisé el pie, a lo que él se quejó mirándome mal.
—Ambos tienen potencial.
Lo firmó, y me hizo firmar a mi también llenando las preguntas, a lo que salimos, vimos un cartel de la generación de milagros.
—Él no bromeaba....
—Sí, son fuertes.
Nos asustó a los dos, cuando lo iba a abrazar Kagami gritó.
—¡Deja de aparecer de la nada!
Lo abracé por la espalda a Kuroko, y cuando lo comenzó a agitar porque le había movido la cabeza, se quejó.
—No seas grosero con él Kagami. —Lo regañé. —Le duele.
—¿Por qué te pegas a chicle como él?
—Es mi amigo.
—Yo no veo a tu amiga tampoco.
—Kenzie, se fue de viaje con su hermano, a mi no me veas mal.
Este rodó los ojos, y fuimos donde nos había citado la entrenadora, la azotea, había demasiada gente, me daba pena estar ahí.
—¿Qué hacemos aquí?
—Prometí una cosa hace un año cuando me nombraron entrenadora, ganar el campeonato nacional, por más duro que parecen, un quizá o tal vez no me funciona, así que si no son fuertes, ahí está la puerta.
Me crucé de brazos, sonriendo, me gustaba por donde estaba yendo esto, señaló el pateo.
—Digan su nombre, sueño y aula.
Olvídenlo, ya no me gusta.
Cuando vi que todos comenzaron a decir y me tocaba a mi, tragué en seco.
—¡Hola, mi nombre es Raquel, soy de la misma clase que Kagami y mi sueño es destrozar a un jugador de básquet!
Me salí corriendo prácticamente, tomando mi corazón, estaba nerviosa.
Cuando le tocó a Kuroko, nos descubrieron, y nos penalizaron.
Rayos.
Estuvimos en detención como por todo un día, y ahorita nos encontrábanmos comiendo después de haber salido de este. Miraba en mi celular, viendo instagram mientras bajaba la pantalla tomando batido de chocolate.
—No puedo creer que se haya molestado por unos simples gritos. —Exclamé, tomando otro sorbo.—Fue por nada.
—No pude terminar y también estoy en problemas.
Alcé la mirada rápidamente y vi a Kuroko tomar tranquilamente su batido de vainilla, me atraganté dándome golpes en el pecho.
—Kuroko, me asustaste...
Susurré, limpiándome la boca.
Me asusté peor cuando en la mesa cayó una bandeja llena de hamburguesas, y vi a Kagami masticar, cuando nos vio escupió en la mesa.
—¡Que asco por Dios come bien!
—¿Ustedes otra vez? Debería cambiar de lugar...
—Somos tus únicos amigos Kagami.
Rodeé los ojos, tomando una de sus hamburguesas comiendo.
—Nos han prohibido ir a la azotea, ¿qué haremos si no entramos al equipo?
Kagami se negó cruzándose de brazos.
—Eso no pasará...
—Por cierto Kuroko, ¿por qué no fuiste a una escuela relevante? Ya sabes, como los demás.
Kuroko nos miró a los dos, sin ningún tipo de expresión.
—A mi equipo le importaba solamente ganar, no había nada más, era muy vacío, quería encontrar otra forma, así que, los derrotaré con mi propia manera de jugar básquet, seremos nosotros los mejores de Japón.
Sonreí ante eso, asintiendo.
—Seremos los mejores de Japón.
Miramos a Kagami, quien nos dio una sonrisa ladina.
—Seremos los mejores de Japón.
Chocamos los 5, bueno, obligamos a Kuroko.
Al día siguiente todos en el salón estaban amontonados, susurrando y diciendo cosas, con Kagami nos miramos.
—¿Por qué tanto alboroto?
Caminamos entre las personas, y cuando nos asomamos a la ventana reímos fuertemente.
"Seremos los mejores de Japón"
Volteé a ver a Kuroko quien leía tranquilamente un libro, miré a Kagami quien también reía con sus manos en sus bolsillos, nos sentamos a lado de Kuroko sin decir nada.
—Hola Kuroko.
Este me miró de reojo.
—Hola Raquel.
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Hobbie [Daiki Aonime y tú]
FanfictionCuando hay un sueño de por medio, todo lo vale, y se hará todo lo posible por alcanzarlo, así llueva, truene y el mundo se venga abajo, porque es eso: es un sueño. Y para Raquel Walker, estar en un equipo de básquet era su sueño, era algo que le ap...