capítulo tres

397 35 0
                                    

El horario de clases había terminado, estaba en el baño recogiéndome el cabello para el entrenamiento, suspiré tomando mi termo de agua bebiendo.

—¿Estás lista?

Kenzie terminó de amarrarse los zapatos, a lo que yo asentí encogiéndome de hombros.

—Nací lista.

Con una sonrisa, fuimos hasta la cancha poniéndonos en posición, cuando Aida lanzó la pelota, me impulsé lo más que pude, tomándola, vi a Kagami y se la lancé, este con un grito dio un clavón al cesto, marcando. 

Fruncí el ceño, pero bueno, supongo que la emoción, volvimos a jugar, y al darme cuenta que tenía un oponente, me di la vuelta y lancé una de tres, sonriendo al anotar, choqué las manos con Kenzie, colocándomelas luego en la cintura respirando pesado.

Fuimos anotando poco a poco, hasta que escuché como los de segundo suspiraban.

—Vamos a ponerlos en su lugar.

Me  di la vuelta, mirándolos.

—Ya quisieran.

Comenzaron a jugar duro, y los de segundo anotaban más y más.

—Son buenos, vamos 15 a 31, ya fue suficiente.

Kagami lo tomó del cuello de la camisa, furioso.

—¿Cómo que suficiente? ¡Nunca es suficiente!

—Kagami, cálmate, no pierdas la cordura.

Exclamé sin mirarlo, este chasqueó la lengua soltándolo, pero vi como Kuroko le pateaba leve.

—Cálmate, por favor.

Kagami se dio la vuelta lentamente, mirándolo con ojos asesinos.

—Desgraciado....

Tomé a Kagami de los brazos saltando para que no le pegue a Kuroko pero este estaba pacífico, como si no pasara nada.

Nos pusimos de nuevo en posición.

—Disculpa...¿podrías pasarme el balón?

—¿Qué?

Pero desapareció, así que bueno, cuando lanzaron hice caso, y como si fuera arte de magia, el balón regresó a mi, con confusión anoté.

Me comencé a dar cuenta, que en cada pase que Kuroko daba, el balón daba un salto hacia el otro jugador, así que me di cuenta de su truco:

Desviaba la atención, así que él era el jugador fantasma de la generación de milagros.

Comencé a botear, lanzándole el balón a Kuroko.

—¡Vamos Kuroko!

Sonreí, viendo como iba a ensestar....

pero falló.

—Joder, por eso odio a los débiles.

Gritó Kagami y ensestó.

Sonreímos, celebrando nuestra victoria, corrí hacia Kuroko y lo abracé, este dudoso me correspondió.

Cuando terminamos, nos cambiamos y me despedí yendo a un restaurante a comer, pedí un batido de chocolate comenzando a tomarlo buscando asiento, cuando me encontré a Kuroko caminé hacia él, pero vi como Kagami casi se atragantaba al ver que él estaba ahí primero.

—Vete a otro lugar, pensarán que somos amigos...

—No quiero.

—Y no lo hará.

Sonreí sentándome a lado de Kuroko.

—¿Y a ti quién te invitó?

—Yo puedo sentarme donde yo quiera, además Kuroko es mi amigo, ¿no es así?

—Sí.

Estábamos tomando nuestros batidos, cuando Kagami de la nada nos lanzó dos hamburguesas a la cara.

—No me agradan los jugadores malos, pero se lo merecen.

Tomé la hamburguesa, y lo miré, para luego sonreír descrifando su mensaje:

"Gracias por el partido de hoy"

—Gracias Kagami.

Exclamamos, y comenzamos a comer.

Cuando salimos del trabajo, aún a mi y a Kuroko nos quedaba batido, así que seguimos tomando.

—¿Cómo es la generación milagro, si los enfrentara?....

—Te destruirían en un instante.

Reí soltando una carcajada fuerte al escuchar como se quejaba Kagami, al ver la gasolinera donde estaba me detuve.

—Aquí me detengo chicos, gracias por acompañarme.

—Yo no te acompañé, sólo estaba contigo.

Ignoré a Kagami y me despedí de Kuroko.

—¡Y mi beso perra!

Le saqué el dedo y comencé a caminar, cuando entré, me senté en una mesa revisando mi celular.

—Hola bonita.

Alcé la mirada y ahí estaba de nuevo el moreno con su maldita sonrisa.

—Puta madre.


Hobbie [Daiki Aonime y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora