Salí del baño secándome las lágrimas, con la ropa para ir a entrenar, estaba incómoda, sentía como si todos me miraban por más que no fuese así. Cuando entré al lugar donde entrenábamos me agarré el cabello, mirando a la nada, estaba sumida en mis pensamientos.
—¿Raquel? Volteé y estaba Kuroko mirándome fijamente, le di una sonrisa leve, solamente hice un sonido de que lo estaba escuchando—¿Estás bien? Te ves terrible
Reí sin ganas, pasándome las manos por el rostro.
—¿Tan mal me veo?
Hice una mueca, sentía pena. Signifcaba entonces que por eso eran los murmullos, que todos se estaban burlando por mi físico. Por Dios, que pena. Negué. Kuroko negó trabándose con las palabras.
—No he dormido bien, eso es todo.
—¿Segur?...
Lo dejé hablando solo, comenzando a calentar trotando por toda la cancha, ignorándolo, comenzaron a trotar mientras Aida daba instrucciones, relamí mis labios resecos, pensando en todo lo que había pasado anteriormente.
—¿Raquel? ¡Raquel!
Me tropecé doblándome el tobillo, grité de dolor, tirando mi cabeza hacia atrás. Kagami corrió hacia mi, cargándome. Cuando llegamos, me atendieron dándome la atención médica necesaria, solamente fue un susto, la enfermera se retiró y nos quedamos Kagami y yo.
—¡Raquelita! ¿Cómo estás? —Cuando escuché su voz retrocedí tomando el brazo de Kagami, este me miró confundido. —¿Cómo estás del tobillo?
—Está bien, solamente fue un susto, ya podrá jugar en un par de días.
Ella asintió mordiéndose el labio, la sala se llenó de un silencio incómodo, Kagami estaba analizando la situación. Mackenzie estaba incómoda por la mirada penetrante de Kagami, y no la culpo, ella tosió notablemente incómoda.
—Kagami lindo, ¿nos dejarías un momento a solas? —Sonrió, mostrándole sus dientes. —Claro, si no te molesta.
Kagami me miró, a lo que yo asentí suspirando. Este asintió haciendo una mueca, besó mi cabeza, saliendo.
—¿Qué es lo que quieres?
—Si no haces lo que te pido, publicaré tus fotos, sales muy sexy Raquelita.
—Déjame tranquila, ¿qué es lo que necesitas?
—Ayúdame con Kuroko, y te dejaré en paz.
Rodeé los ojos.
—No puedo hacer nada si no le gustas.
—Si podrás, simplemente tienes que pensar, y ya. O podemos echarle algo en la bebida, tú escoge.
Abrí los ojos sorprendida, la miré asqueada, Dios mío, definitivamente las apariencias engañan, ella por afuera parece una persona demasiado dulce pero está podrida por dentro. Negué rotundamente meterme en algo tan atroz, ella se encogió de hombros sonriéndome.
—Está en tus manos, si no lo haces, ya sabes, podrás encontrarte en pornhub.
—Puedo amenazarte y llamar a la policía.
Ella rió, aplaudiendo, parecía que le había contado el mejor chiste de su vida.
—Nadie te va a creer, todos me aman y tú eres la nueva, piénsalo, Raquelita.
Me lanzó un beso, saliendo, tomé mi cabeza, me estaba comenzando a doler, cuando Kenzie salió, Kuroko entraba.
—Hola Kuroko.
Kuroko corrió hacia mi ignorándola.
—¿Cómo te sientes?
—Sólo me duele un poco el pie, pero estaré bien.
Colocó su mano encima mío, a lo que yo al verlo tan preocupado, escondí mi rostro en medio de su cuello, respirando pesado.
—No sé que ocurre, pero, eres mi amiga, y te quiero.
Alcé la mirada, y sonreí asintiendo.
—Yo también te quiero.
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Hobbie [Daiki Aonime y tú]
FanfictionCuando hay un sueño de por medio, todo lo vale, y se hará todo lo posible por alcanzarlo, así llueva, truene y el mundo se venga abajo, porque es eso: es un sueño. Y para Raquel Walker, estar en un equipo de básquet era su sueño, era algo que le ap...