capítulo uno

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Me desperté estirándome, emocionada, hoy era mi primer día en bachillerato Seirin, había estudiado en otro país, exclusivamente España, que estaba por fin en una escuela donde podría elevar mis sueños de poder jugar básket.

Salí casi saltando de la cama, directamente a bañarme, salí a los 10 minutos lavándome los dientes, colocándome el uniforme, en mi mano tenía el desodorante, todo estaba haciéndolo deprisa.

—Raquel, una cosa a la vez, por favor. —Miré hacia la puerta y estaba mi madre, cruzada de brazos negando.—Vas a hacer caer todo. 

Yo solamente le di una sonrisa divertida, negando. 

—Lo siento mamá, pero me emociona mucho por fin ir a estudiar donde...—hice una pausa fingiendo pensar. —que aprenda, mamá.

Me miró, claramente enojada y ofendida.

—¿Estás diciendo que no aprendías en España?

—Tal vez.

Sonreí inocentemente, cuando terminé, cerré la puerta de mi habitación bajando por una manzana, mordiéndola despidiéndome de mi mamá, caminando hacia la escuela. Apenas puse un pie escuché gritos ofreciendo unirse a clubs, algunos me ofrecieron literatura, otros cocina.
Negaba amablemente buscando donde estaba el de básket. Estaba tan confundida y agobiada que tropecé con una chica, y apenada la ayudé a parar.

—Discúlpame, no era mi atención.  —Exclamé, sonrojándome de la pena.—De verdad, perdóname.

—No te preocupes, estaba buscando el club de básket.

Me emocioné, dando saltitos señalándome con el dedo.

—¡Yo también!

Ella me miró sonriendo, sin poder creer lo que decía, para luego abrazarme de la emoción, yo correspondí chillando.

—¡Mi amiga se alegrará mucho de escucharte!

—¿Qué amiga?

Pregunté, ahora notablemente más confundida, ella me jaló del brazo prácticamente arrastrándome hacia un lugar con un chico y una chica, la chica me miró dulcemente dándome un papel.

—Hola, es un gusto, ¿quieres unirte...

Fue brutalmente interrumpida porque otra chica se puso en frente mío, señalando mi rostro, lo miré entrecerrando los ojos.

—¡Es muy linda, seguramente se unirá al club de arte!

Un chico me jaló del brazo, arrastrándome, me quité un poco, pero comenzaron así sucesivamente a llenarse, volteé para ver pero no solamente era conmigo, sino con todos. 

—¡No, se ve delgada! Seguramente hace natación.

La otra chica me jaló del otro brazo

—Koganei, has lo tuyo.

Asintió, para luego tomarme y cargarme, comencé a patalear confundida.

—¡Ayuda, me están secuestrando! —Grité, pataleando. —¡Oiga, esto es ilegal, llamaré a la policía!

—¡Izuki, asustamos a la nueva!

Me soltó haciendo que caiga, me paré sacudiéndome el uniforme, mirándolos mal. La chica anterior me extendió la mano, yo me acomodé el cabello tomándola sonriéndole divertida.

—Como que un poco tarde, pero está bien, no te preocupes. —Ironicé y esta rió.—Gracias por la ayuda, por cierto. 

Esta asintió.

Hobbie [Daiki Aonime y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora