Salí del lugar, prestando atención sentándome lista para escuchar a Estela.
—Quiero recalcar que si es algo ilegal, no pienso meterme.
Recalqué de una buena vez, esta soltó una risita negando, tomándome de las manos.
—No te preocupes, no es nada así, solamente quiero que confiese lo que quiso hacer, entregar eso a las autoridades, porque pasó aquí en el colegio, y que la expulsen.
Se encogió de hombros terminando su plan, okay, era sencillo, y nadie salía herido, me gustaba.
—Me parece bien, es coherente, tienes mi palabra que veré como hago que confiese.
Exclamé, parándome para volver a la cancha cuando sentí su mano jalándome.
—Espera, ¿quién es el que tenía el balón?
Fruncí el ceño tratando de recobrar alguna idea, hasta que caí en cuenta, ¿estaba hablando de Kagami?
—¿Quién, era uno alto de pelo rojo?
Asintió un poco roja, abrí la boca impresioanda.
—¡Te pareció guapo Kagami!
Ella tapó mi boca, a lo que yo ahogué un grito de felicidad, ¡que tiernos!
—¿Se llama así? Tiene un lindo nombre, seguramente él es más lindo de cerca.
Fruncí el ceño con una sonrisa, se notaba que no conocía de nada a Kagami, para mi al menos, Kagami y lindo no eran palabras que iban unidas.
No era Aomine.
¿Qué acabo de pensar?
—¿Raquel, estás bien?
Asentí un poco confundida, sonriendo.
—¿Segura? Te quedaste en blanco.
—Sí, lo siento, estaba pensando en una tontería.
—Te dije si podías ayudarme acercándome a Kagami.
Asentí abrazándola emocionada.
—¡Claro Estela! Estamos por organizar una fiesta, podemos invitarte y ahí hablas con Kagami, no sé que te parezca la idea.
Ella asintió emocionada aplaudiendo, a lo que yo la seguí y las dos chillamos de emoción. Cuando terminamos de hablar, recogí mis cosas y salí del colegio, ahí vi una figura alta pegada a la pared, al ver su cabello lo reconocí.
—¿Qué haces afuera de mi colegio?
Este sonrió volteando su cabeza lentamente hacia mi.
—No sabía que tenía que pedirte permiso para estar en algún lugar.
Rodeé los ojos cruzándome de brazos.
—Solamente estoy preguntando Aomine, no te lo tomes personal.
—Yo jamás me tomo algo personal.
—Claro.
Alargué la a de la palabra, sonriendo caminando a mi casa, este estaba atrás mío, lo sabía porque sentía su presencia.
—¿A dónde vamos?
Me volteé sonriendo, enarcando una ceja.
—¿Vamos?
—No tengo nada mejor que hacer, así que decidí seguirte.
—¿Es una excusa para pasar más tiempo conmigo?
Solté, tenía miedo de la respuesta, pero quise hacerme la dura. Peor fue mi reacción cuando se acercó a mi, a lo que yo retrodecí un poco pero su brazo me acorraló a una pared, cerré los ojos.
—¿Estás nerviosa?
Lo susurró tan cerca de mi oído, que no me atreví a abrir los ojos después de sentir su mentolado aliento cerca de mi nariz, topándome con su mirada afilada, sonreí nerviosa.
—No respondiste mi pregunta.
—Tú tampoco.
Este sonrió, mirando a otro lado.
—Puede ser.
Me sonrojé, para después tomar su brazo acercándolo. Sentí como se tensaba ante mi tacto, eso hizo que no lo soltara, lo acerqué un poco
—Habrá una fiesta, no sé si quieras venir. —Mi mirada estaba en sus labios, y sé que lo sabía porque vi su sonrisa. —Y quiero que estés.
Tomó su mentón pensando.
—¿Fiesta? Me da mucha pereza....
Hice un puchero.
—Pero tal vez pase por ahí.
Sonreí, y este también, el ambiente se puso tenso, los dos estábamos mirándonos sonriendo y era una conexión inexplicable, relamí mis labios y este dirigó su mirada a estos, a lo que me sonrojé.
Dios protégeme por lo que voy a hacer.
Tomé su mano acercándolo, enredando mis brazos en su cuello, colocándome de puntillas.
—¿R—Raqu...
No lo dejé terminar, lo callé besándolo.
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Hobbie [Daiki Aonime y tú]
FanfictionCuando hay un sueño de por medio, todo lo vale, y se hará todo lo posible por alcanzarlo, así llueva, truene y el mundo se venga abajo, porque es eso: es un sueño. Y para Raquel Walker, estar en un equipo de básquet era su sueño, era algo que le ap...