capítulo trece

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Estaba sentada, escribiendo lo que el pizarron decía, cuando varios chicos rieron atrás mío, volteé y cuando les dirigí la mirada se callaron, fruncí el ceño sin entender bien que es lo que pasaba.

Cuando llegó a mi un papel mío, vi lo que era: Una lista puntuando a las chicas del salón, me sorprendí cuando tuve un puntaje alto y vi que decían que tenía un buen cuerpo, pero que era una mojigata. 

¿Qué significaba eso?

Leí el papel, y vi como algunas compañeras mías tenían puntaje bajo y tras eso denigraban su cuerpo. Me dio rabia, así que tomé el dichoso papel y lo arrugé, tirándolo a la basura.

Algunos me insultaron, pero no me importó, solamente me volví a sentar. Cuando sonó la campana, dejé ordenado mi pupitre, yendo a mi casillero, al abrirlo, cayeron varias fotos mías, con dibujos denigrantes o viceversa. Relamí mis labios, cerrándolo fuertemente.

—¿Qué ocurre Raquel? —Me asusté, volteando al ver a Kagami con su maleta, mirándome confundido.—Te noto extraña

—Nada Kagami, nos vemos en el entrenamiento. 

Corté de raíz, yendo al baño, para lavarme la cara y poder concentrarme, sólo era bullying básico, si lo ignoro, va a pasar, ¿no? 

Caminé los vestidores, tocaba educación física, comenzando a cambiarme, escuché como cerraron la puerta, volteé saliendo en toalla y vi a un grupo de chicas, no le tomé importancia hasta que vi una silueta familiar.

—¿Kenzie?

Esta sonrió saludándome con los dedos, sentándose en frente mío.

—¿Qué es lo que quieres? —Exclamé cansada, yendo al casillero por mis cosas. —Me duele la cabeza, por favor.

—¿Yo? Nada, ¿por qué?

Caminó hacia mí, quitándome la toalla, me cubrí lo más que pude, y comenzaron a burlarse de mi cuerpo.

—Estás gorda, y cachetona.

Me tomaron los cachetes estrujándomelos bruscamente, comenzaron a tomarme fotos, las lágrimas querían caer pero no podía moverme, no quería que se viera demás.

—¡Suéltenme!

Corrí al baño lo más rápido que pude, encerrándome en este.

—Raquelita, esto es sólo el principio, te haré miserable el resto del año, vámonos.

Las demás se fueron, a lo que yo me hice bolita en la esquina, tratando de procesar que es lo que estaba pasando, y por primera vez, me permití llorar todo lo que necesitaba hacerlo. No entendía que es lo que había hecho mal, si es que había hecho algo mal, repasaba por mi mente las acciones en lo que llevaba del colegio, y según yo, nada. 

Traté de procesar, y no creo que haya capturado alguna foto o algún vídeo, solamente había tomado fotos borrosas, a menos que hubiera capturado un vídeo mío bañándome, esperemos que no. 

Relamí mis labios dejándome caer en la pared, cubriéndome el rostro volviendo a llorar sintiéndome pequeña en los enormes vestidores de Seirin.

Hobbie [Daiki Aonime y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora