Hobbie [Daiki Aonime y tú]

apartado más diesiocho

Quiero explicar que este capítulo NO SIGUE LA CRONOLOGÍA de la historia, solamente lo escribí porque andaba inspirada y aparte porque sé que a la chica que le va dirigida la historia le dará un derrame nasal.

Con big boy de fondo porque Aomine es TREMENDO big boy

Disfrúntelo ;)

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Escuché el pitido que daba fin a los entrenamientos, respiré pesado tratando de recuperar el aire perdido, literalmente me tiré al suelo abriendo los brazos, cerrando los ojos.

—Ah mira, una cucaracha.

Escuché la voz de Kagami, y sintiendo su pie haciendo un poco de presión en mi estómago, a lo que abrí los ojos topándome con su mirada divertida.

—¿El chiste viene aparte o qué?

—¿Cuándo dije que era un chiste?

—Dejen de pelear.

La voz de Kuroko me sacó de la pequeña discusión, me extendió la mano y se la devolví, parándome tomando la botella de agua que tenía Kagami en su mano robándosela.

—Muchas gracias.

Comencé a tomar, y escuché como la puerta se abría, dejando ver a Aomine con su mirada seria, rodeé los ojos tratando de evitar los obvios nervios que su presencia me daba, sin contar que en serio, era demasiado alto.

Era un chico demasiado grande.

Me di la vuelta huyendo como toda la cobarde que soy, yéndome hacia los vestidores cerrando la puerta, apoyándome en esta, mordiéndome el labio inferior.

Sé que debí siquiera saludarlo, pero no quería nisiquiera verlo en pintura, ¿por qué? La respuesta es fácil, tuvimos un partido, y cuando ganamos, Aomine en vez de aceptarlo, creo que se habrá quedado una hora discutiendo con Kagami, y en eso, Aomine lo empujó y comenzaron una pelea.

¿Adivinen quién salió perdiendo?

Exacto.

Tuvimos que llevar a Kagami a la enfermería, sé que perdió porque le dije que parase, porque si seguía, eso iba a ser un empate eterno, aparte que en una de las tantas veces que nos  topamos en la gasolinera, me dijo:

"Si llegas a ganar, reconoceré que eres buena jugadora"

Spoiler: No lo hizo, y eso sinceramente me dio en el orgullo tanto de jugadora como de persona. No me malentienda, no es que lo odio, simplemente...no sé.

No puedo tenerlo cerca, y sé que es viceversa.

Me abré quedado parada unos 10 minutos, si no fuera porque sentí que alguien entraba al baño, supuse que era Aida ya que era el vestidor de mujeres.

—¿Ya se fue?

—¿Quién se supone que se tenía que ir?

Toda la sangre se me fue al suelo. Volteé y me topé con Aomine apoyado en la pared, mirándome de brazos cruzados.

—¿Qué haces aquí Daiki?

Este sonrió de lado, colocándole seguro a la puerta, a lo que yo lo miré rodando los ojos.

—¿No me llamas por mi nombre?

—¿Mereces que te llame por tu nombre?

—¿Prefieres que te haga llamarme daddy?

Me dio un escalofrío por eso, así que para tratar de liberarme de la obvia tensión que se sentía en el ambiente, tiré la botella de agua. Este enarcó una ceja sin quitarme la mirada de encima, y por cada paso que daba me iba pegando más a la pared.