capítulo diez

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Estaba tomando agua mientras me estiraba, molesta, sentía que rayos salían de mis ojos, estaba muy ofendida, jamás habían dudado tanto de mis talentos, en especial por el hecho de pertener a Seirin, ¿eso que tiene de malo?

No lo podía creer, de verdad, es que no podía procesar.

—Raquel, ¿estás bien? estás roja.

Otsubo preguntó, tomando mi hombro colocando su mano en este, asentí volviendo a la realidad, negando con la cabeza sacándome de mis pensamientos.

—Sí, lo siento, sólo estoy pensativa y con coraje, es todo.

Exclamé, tratando de parecer tranquila, me dolía el estómago y la cabeza del coraje que estaba teniendo.

—Le vamos a ganar, no te preocupes. 

—No estoy preocupada, estoy es ofendida.

Hice énfasis en la diferencia, pero luego relamí mis labios viendo a Aida, quien estaba con una expresión seria analizando la situación, al sentir mi mirada sonrió tomándome de los hombros. Kagami se acercó a mi, desordenándome el cabello.

—No te preocupes, haremos lo mejor de nosotros.

Kagami exclamó, sonriendo terminando de estirarse. Fuimos a la cancha poniéndonos en posiciones, mi mirada fue directamente a la de Kise, pero él estaba ocupado viendo a Kuroko.

—Por favor alineen a sus cinco jugadores.

—Seis.

Se sorprendieron al escuchar a Kuroko, algunos soltaron un suspiro nuevamente de sorpresa. Ciertamente me divertía lo silencioso que era Kuroko y la primera vez que lo veían.

—¿Qué? Pero no te vi.

Kuroko se encogió de hombros sin mirarlo.

—Yo tampoco.

—Esto es ridículo, pensé que tenían buenos judores. 

Dijo el entrenador, alcé la mano para llamar su atención.

—Sí, dime.

—¿Te puedes callar? Es que me estás irritando.

Kagami me pegó un codazo dejándome sin aire, a lo que algunos jugadores soltaron una risa.

El balón fue hacia arriba, empezando el partido, Kagami saltó junto al otro jugador, pero por altura este arrazó tomando este, comenzó a botear, hablando con los otros. Aproveché quitándole el balón, saltando tirándoselo hacia Kuroko, este iba hacia la canasta.

—¿De dónde salió esta?

Kuroko se la lanzó a Kagami, encestando.

Miré satisfecha cruzada de brazos al entrenador del otro equipo, este me miró irritado.

—¡Excelente!

Alcé los brazos sonriendo al ver que había encestado, pero nadie celebró conmigo, volteé, y entendí el motivo. Me llevé las manos a la boca al ver que habían roto el aro.

—Tendremos que usar toda la cancha.

Kagami dijo orgulloso, le pisé el pie, pero, tenía razón. Usé mi voz sarcástica, lo había hecho a propósito.

—Sí, lo siento entrenador, pero tendremos que usar toda la cancha.

Hice un puchero, pero mis ojos demostraban superioridad. Este apretó los dientes, parándose yendo a sacar la ned. Miré a Kagami y choqué los cinco con él.

—Diablos...nunca había visto al entrenador así.

—Eso te pasa por hablar demás.

Kagami dijo, pero yo me puse en la cancha, mirando hacia arriba, varios estudiantes estaban viendo, cuando escuché pasos, vi a Kise prepararse.

—Lo siento por hacerlos esperar.

—Disculpa aceptada.

Coloqué mis manos en mi cintura, pero escuché gritos, y vi como habían varias chicas, una de esas le tiró un brassier a Kise, a lo que yo reí fuertemente viendo como lo recogía rojo.

—Gracias por venir chicas...

Se sonrojó sonriendo, okay, eso es adorable, cuando vi que le iban a pegar una patada me puse en medio, y lo abracé, miré al chico que le iba a pegar.

—Disculpa, ¿qué hacías? —Este me miró de arriba a abajo, para sólo suspirar. —Eso pensé.

Cuando se fue, Kise se separó del abrazo, mirándome. Ahí me puse a analizarlo, ciertamente era un chico bastante atractivo.

—Gracias Raquelita por defenderme.

Me acarició el cabello, yo sólo negué.

—No te preocupes, es lo que los amigos hacen, Kisito.

—¿Qué se supone que haces? 

Lo agarró de una oreja, a lo que fruncí el ceño, molesta, ¿por qué lo maltrataba tanto?

—Nos dieron un buen recibiento, tu amiga, el pelirrojo y el número 11...

—Gracias.

Exclamé, ellos me miraron.

—Están literalmente a un metro mío, Kagami y yo los podemos oír perfectamente.

Comenzamos a jugar, y en unos segundos Kise ya había encestado, eso fue impresionante.

—¡Idiota, te dije que la rompieras!

—Perdón, lo intenté.

Miré a Kuroko, intercambiando miradas, Kise pasó a lado de Kagami.

—Yo siempre devuelvo favores en la cancha.

Sonreí, junto a Kagami.

—Adelante.

En la siguiente, Kagami me pasó el balón, corriendo se lo pasé a Kuroko, y este le pasó por debajo Hyga, quien me lo devolvió, salté encestando, gritando de alegría.

—¡Vamos chicos!

Choqué los cinco con Hyga, y le hice un corazón a Aida, quien se paró aplaudiendo. Miré a los demás y se pusieron a mi lado.

Ahí estaba su famoso recibimiento.

—Que comience el juego.

Exclamó Kise, mirándome poniéndose en posición, sonreí mirándolo. 

—Que comience el juego.


Hobbie [Daiki Aonime y tú]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora