Lorelai March ⸻ LITTLE WOMEN

››› Siempre Lo Supe (xxxᴠɪ)

Amy no tardó en reunir a todos para que acordaran un día en particular y así poder ir de picnic. Yo nunca lo supe, era sorpresa, pero se que fue muy rápida en cuanto tuvo el tiempo. El lunes en cuanto las clases terminaron y antes de que el sol se acercará al horizonte, todos salieron del instituto tomando varias canastas que parecían pesadas. 

―¿Vienes?―me preguntó Amy notando que me caminaba en dirección contraria al resto. No debía ser la mejor pensadora del planeta ni la mujer más inteligente para saber que cestas pesadas y el camino hacia la ciudad, significaba una tarde de picnic. Así asentí sin ninguna otra opción con la mirada pesada de toda mi familia. Laurie trajo a Bess y Demi y Daisy me tomaron las manos mientras caminaban y sus padres tenían las suyas ocupadas. Inmediatamente sentí una molestia de tan solo pensar en el acto infantil de hacer un picnic para que me sienta más unida a ellos.

Las personas nos miraban con extrañeza y no esperaba menos. Éramos un grupo tumultuoso llevando cestas pesadas de camino al parque de Concord, no era algo que veías todos los días. Marmee saludaba a todo aquel que se le cruzaba mientras el resto nos limitábamos a sonreír al respecto acompañando su amabilidad. Había, para nuestra sorpresa, bastante gente en las calles ese día por lo cual me pregunté si las sufragistas ya habían planeado otra protesta de último momento. En ese caso Margaret debió habérmelo dicho, aunque no la culpo si esta tan enojada por lo de Lory March como para hablarme. 

El parque de la ciudad de Concord se conectaba con el gran bosque que rodeaba la ciudad hasta nuestras casas. En el parque había grandes lagos que demostraban la dimensión del mismo con cientos de senderos que marcaban miles de caminos diferentes, varios de ellos te llevaban al templete del parque donde solían tocar ciertos músicos, otros conducían a los jardines más bellos que tenia todo Concord con todo tipo de flores de todas las regiones y colores, otros caminos te obligaban a cruzar el río entre lagos por sobre el puente del parque en donde se veían los mejores amaneceres en primavera. Ese mismo río tenía varios árboles delineándolo desde las orillas que provocaba que sus copas taparan el cielo, pero dejarán abierto el espacio perfecto para ver el sol nacer cada mañana. 

Aquel parque era uno muy bonito, con pastos verdes, árboles fuertes, lagos profundos, rios claros, jardines soñados y un bosque infinito. Recorrí varias veces este parque aunque nunca camine por los senderos que te llevan al bosque y te dirigen a través de él. Marmee decía que ir al bosque por el parque era peligroso y que no debíamos adentrarnos mucho jamás, así que nunca visite los senderos del bosque. Pero sí el gran y soñado jardín, el puente del amanecer, y los lagos de aguas profundas.

Recorrimos gran parte del parque por varios minutos buscando el lugar indicado, y cuando Laurie y Jo comenzaron a bufar como Demi y Daisy cansados, Amy eligió un lugar junto a uno de los lagos del parque. En cuanto Meg estiro una de las mantas sobre el césped, ambos hermanos se tiraron sobre la misma y sus padres los regañaron suplicandome que los entretenga mientras ellos terminaban de acomodar todo. 

Demi y Daisy tenían un poco de cada una de nosotras. La forma en la que discutían infantilmente me recordaba a Jo y a Amy, pero tambien podían ser muy cómplices entre ellos como Beth y yo, y amorosos y protectores como Meg, y compañeros como Beth y Amy. Marmee decía que cada vez que los observaba, la imagen de Beth y yo de niñas se le venía a la cabeza como un vivo reflejo de su hermandad. Pero a mi parecer ambos hermanos tenían mucho de todas nosotras, tenían características March en su sangre.

Todo parecia estar bien en al armado del picnic hasta que Bess comenzó a llorar en los brazos de Amy que se empeñaba en cargarla y sacar las cosas de las cestas mientras el resto tenía las manos ocupadas procurando que las mantas no se vuelen y se queden en sus lugares.

―Lorelai―me llamo casi suplicando. ―¿Podrías cargarla unos segundos? Hasta que podamos sentarnos―me la tendió y al acercarme su llanto era aún más agotador. No me pareció tan impactante hasta que la cargue entre mis brazos y sus ojos claros como los de Amy me miraron fijamente intentando contener las lágrimas para observarme con atención.