››› Eres Un Monstruo (xʟᴠɪɪ)

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Solté el rostro de Laurie muy despacio sintiendo el tacto de mis yemas en sus mejillas. Los ojos azules de Amy se volvieron cristales muy débiles adornados con una mueca de comisuras bajas en su boca. Las comisuras bajas de los labios de Amy te comunicaban exactamente lo que quería decir. Ella podía sentir decepcion, dolor, angustia, nostalgia, y cada una se representaba de forma parecida, pero llegaba a ti solamente la indicada. Sus ojos me dijeron mucho más de lo que alguna vez quise escuchar, y mucho menos de lo que necesitaba para aclarar mis dudas.

Ninguna pregunta era lo suficientemente valiente para salir de mis labios ante su mirada, ningún movimiento era lo suficientemente decidido para caminar esquivando a Laurie en la puerta. Nada de lo que podía hacer parecia ser correcto, porque nada de lo que había hecho lo era en realidad.

―¿Porque, Lorelai?―cuestiono Amy en un hilo de voz casi sosteniendo su compostura por sí misma. No podía responderle, porque una parte de mi se negaba a aceptar que lo que sostenían eran pruebas de un amor que jamás fue alimentado realmente, un amor que nunca había sido real y que solo era la creación de alguien que necesitaba sanar sus heridas sintiéndose amada por quien siempre amó. No podía responderle y no estaba segura de si quería hacerlo. No habia venido aqui para explicarle lo que mis poemas significaban, había venido para disculparme con mis padres, esto... Nada de esto era justo para mi, ni siquiera habiendolos decepcionado de la forma en la que lo hice. 

Amy trago en seco y bajo la mirada al suelo antes de enseñarme las hojas en su mano. El primer poema de la primer página se titulaba: "¿Porque no nos amamos?"  e inmediatamente fruncí el ceño.

―¿Quien te dio eso?―pregunte sin siquiera tocarlos.

―Es irónico que incluso siendo poeta nunca puedas soltar las palabras indicadas―comentó ella y volvió a observar las hojas con atención.

―¿Quien te los dio, Amy?―esquive a Laurie en la puerta rozando nuestros hombros y me acerque a ella exigiendo una respuesta clara.

―¿Es por esto que no querias decirle al señor Loughty lo que sentías?―dudo en el momento levantando su rostro hacia mi.

―Amy...

―No querias decirle lo que sentías porque no era real. Y tuviste el descaro de enviarle poemas de amor que no eran para él―pronunció interrumpiéndome con dolor una gran parte de mi corazón se descompuso como nunca antes. ¿Acaso el señor Loughty le había dado los poemas a Amy? ¿Acaso él...? Ni siquiera pude pensarlo. ―Todo este tiempo... ―murmuró impresionada. ―¿Porque, Lorelai? ¿Porque?―el tono de su voz se intensificó y trague en seco. 

―Pasó hace mucho tiempo...

―¡¿Y porque nunca me lo dijiste?!―gritó y me obligue a dar un paso atrás. ―¿Porque nunca nos dices nada? ―me dio una mirada decepcionada que quebro mi corazon por completo, o lo que quedaba de él. ―¿Porque?―repitió y busque la forma de hablar con palabras sencillas y verdaderas, busque decirle algo más que "lo lamento" por poemas que escribí y que no me arrepiento. ―¿Puedes decir algo que valga la pena por primera vez en tu vida?

Las palabras de Amy se median por el largo de su moral y la saliva en su boca. Podría haber dicho millones de cosas hirientes que describieran el estado de su pecho en ese momento, podía haberme golpeado y echado, podría hasta haber hecho mis maletas o quemar todas mis cosas. Pero prefería medir sus palabras y enseñarmelo mediante un diálogo tajante y una mirada dolorosa.

―Habría entendido cada una de las palabras que dijeras si tan solo las hubieras dicho a tiempo―negó con la cabeza con la intención de irse y la retuve sosteniendo su brazo con mi mano.

Lorelai March ⸻ LITTLE WOMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora