››› Alucinante Revolución (xxɪx)

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―Lorelai―escuche salir de sus labios con preocupación y abrí mis ojos. El techo de la biblioteca de la mansión Laurence se presentó frente a mi y mire a mi alrededor. Laurie, Dorian, Marmee, padre, Jo, Amy y Meg estaban en la biblioteca a mi alrededor. Yo extrañamente estaba recostada en uno de los sofás de aquella anticuada pero cálida biblioteca. Me sentía exhausta, como si hubiera esta aguantando el sueño y el cansancio por mucho, mucho tiempo. Mi cuerpo parecia una roca pesada a la que mi cerebro y alma no estaban conectadas totalmente.

―Lorelai―volvió a repetir y lo observe confusa. Laurie estaba agachado a mi altura frente al sofá mientras que Dorian se apoyaba sobre el respaldar del mismo respirando pesadamente.

―Tengo que decirles, Lorelai―susurro y todos giraron a verlo. No podía asimilar cada palabra con claridad.

―¿Debe decirnos que?―cuestiono Jo.

―En el barco en el que vinimos se desarrolló una situación complicada...

―¿Qué situación?―exigió saber Amy y solo pude observar a Dorian como me miraba dudoso si contarles la verdad o no preocuparlos.

―Un hombre en el barco comentó algo sobre que debería controlar a Lorelai y sus actitudes y ella no lo tomo de la mejor manera... Ella...

―¿Ella qué, señor Plummer?―lo presiono Marmee.

―Lorelai se abalanzó sobre esa hombre.

―¿Lo atacó?―preguntó Laurie y Dorian vaciló.

―No lo llamaría atacar, pero ella... enloqueció. Un par de médicos la anestesiaron y la llevamos a su habitación. El diagnóstico fue que Lorelai sufre de histeria y esta causa irritabilidad, dolores de cabeza, problemas con el apetito, alucinaciones, espasmos, tics, parálisis, convulsiones, perturbaciones de la visión, entre otras cosas. ―Mientras Dorian más explicaba todos a mi alrededor más se alarmaban. Meg me observaba asustada, Marmee colocaba una mano en su frente preocupada mientras Jo me miraba con los brazos sobre su cintura. Laurie, arrodillado frente al sofá donde me encontraba recostada dudaba si tomar mi mano o mantener la poca distancia. Y Amy, parecia la más preocupada de todos. ―Dijeron que está relacionado con los órganos reproductivos, la salud reproductiva o algo en relación.

―No podrá ser madre―jadeo Amy sosteniéndose de la chimenea y Meg se acercó para calmarla.

―No es eso, Amy―negó padre. ―He escuchado de este diagnóstico. Tiene una historia importante en las mujeres.

―¡No estoy loca!―exclamé enderezándome. ―Los médicos dijeron eso porque querían desplazarme, los cuentos eran muy buenos y ese hombre me subestimo. ¡Dijo que debía ser controlada como si fuera un pájaro en una jaula! ¿Se supone que deba quedarme de brazos cruzados?

―No era la manera, Lorelai―murmuró Laurie.

―¡¿No era la manera?! ¿No lo era? Ni siquiera estuviste allí.

―¡Lorelai!―Marmee llamó mi atención y pude ver cuán asustada estaba en sus ojos. Parecía como si no me reconociera. 

―Sigo siendo yo. Sigo siendo la misma Lorelai, no estoy loca―comente casi suplicando piedad. ―Jo... ¿Tu crees que estoy loca?―cuestione y ella se acerco a mi. Josephine me miro a los ojos y tomó mi mano con fuerza.

―Lorelai―susurro. ―Eres la persona más loca que haya conocido en mi vida. Era la persona más descabellada y descomunal que haya conocido. Y si estar loca es sinónimo de apoyar la igualdad entre hombre y mujeres e ir en contra del supremacismo de algun genero sobre otro... Entonces, querida hermana, creo que todas estamos un poco locas aqui―sonrio y le respondí con una sonrisa igual de aliviada. ―Quizás los golpes estaban de más, pero aprenderás a manejar tu temperamento algún día.

Lorelai March ⸻ LITTLE WOMENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora