Capítulo 2: Las plantas más bonitas, crecen en las sombras.

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El sonido del timbre rebotó en tus oídos como la señal del fin del mundo. Enid se levantó no sin antes mirar tu plato de desayuno sin tocar.

-No has comido nada, ¿te encuentras bien? ¿Estás nerviosa por tu primera clase?- Preguntó Enid con entusiasmo infantil.

Estabas pálida y bastante nerviosa, pero decidiste no pagarlo con la pobre Enid, al fin y al cabo, parecía que habías hecho una amiga o algo parecido, así que te limitaste a asentir.

El camino hacia el invernadero se hizo largo, con la voz de Enid machacándote los tímpanos, aunque no escuchabas nada de lo que decía, tu cabeza estaba inmersa pensando qué tal iría la clase, si te costaría adaptarte a esta escuela, y si conseguirías conocer algo más de esa mujer que te intrigaba. A tu llegada, la primera puñalada hizo mella en ti. Enid se sentó junto a una chica con gafas de sol en lugar de contigo, lo sentiste como una pequeña traición, pero al momento descubriste un sitio aún mejor, y delante de Enid, en primera fila. Estaba vacío, así que te sentaste poniendo tu bolso en el sitio contiguo. Sentiste un golpe en la espalda y te giraste para mirar a Enid.

-Riley te presento a Yoko, es una amiga.- La chica de su lado te miró con una ligera sonrisa y te hizo un gesto con la mano a modo de saludo, no era una traición, idiota. Ibas a decir "encantada" pero antes de que pudieras hablar un chico alto y delgado se puso a tu lado de pie, mirándote con cara divertida.

-Perdona chica nueva, tu bolso está ocupando mi sitio.- Dijo bromeando.

- Oh, disculpa.- Dijiste agachando la cabeza y apartando el bolso.- No había más sitios libres, no te importará que me haya sentado aquí ¿verdad?- Dijiste temerosa de la respuesta que podía hacer que tuvieras que irte al fondo de la case.

-En absoluto, bienvenida a mi pupitre, soy Xavier, Xavier Thorpe.- Dijo estrechándote la mano. Tú suspiraste aliviada.

-Soy Riley, pero supongo que ya lo sabías.

Xavier hizo un gesto divertido y asintió. Después sacó una libreta y te mostró un dibujo con muchos trazos, parecía una araña. Él hizo un gesto con la mano y para tu sorpresa la araña salió del cuaderno. Estabas alucinando, tanto que no te percataste de la entrada de la profesora en la clase.

Con un golpe suave, la araña se disolvió bajo una mano que creías haber visto antes.

-Dudo que a Riley le impresionen tus truquitos, señorito Thorpe.-

Alzaste la mirada para mirar al motivo de tu ayuno mañanero. Ahí estaba la señorita Thornhill mirándoos a los dos con esa sonrisa y las manos ahora en los bolsillos. Te fijaste en su mono de trabajo y tragaste saliva "platónico Riley" te dijiste a ti misma. La mujer se agachó levemente y te miró a los ojos con una especie de ternura.

-¿Cómo has pasado la noche, te adaptas bien?- Preguntó tratando de sonar confidencial.

Tu respiración se aceleró e hiciste un esfuerzo sobrehumano para no parecer intimidada ni nerviosa.

-B, Bien señorita, solo un poco nerviosa.- Lograste decir.

Ella esbozó otra de sus pequeñas sonrisas y se apartó del pupitre alzando la voz pero manteniendo la mirada en ti

-Riley, te doy, te damos la bienvenida al maravilloso mundo de las plantas carnívoras.- Dijo moviendo los brazos.

Al menos Enid no mentía, punto para ti.

-Bien, ¿quién puede decirme el nombre de esta preciosidad?- Preguntó señalando una campana con una planta en su interior. Tu cerebro viajó a casi la velocidad de la luz y no te lo podías creer, pero conocías la respuesta, gracias memoria. Tímidamente alzaste la mano, pero comprobaste que ya había otra levantada con suficiencia, Bianca, te cagaste en sus muertos. La mirada de Marilyn cruzó la estancia de lado a lado, y aunque obviamente Bianca estaba primero en su rango de visión, sus ojos se dirigieron hacia ti, con una pequeña mirada de sorpresa. La pelirroja asintió dándote permiso para hablar.

Amor, Marginados, flores y monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora