Amor, Marginados, flores y monstruos.

Capítulo 23: ¿Quién eres?

-¿Cómo os las arregláis para acabar siempre en el centro de todos los eventos horribles que suceden por aquí?

La directora Weems paseaba de un lado a otro de su despacho, mientras vosotras estabais de pie.

-Eso mismo me pregunto yo.- Dijiste sin mirar a la mujer a los ojos.

-A partir de ahora el colegio queda cerrado, no podréis entrar y salir a vuestro antojo, y tenéis terminantemente prohibido ir al pueblo hasta nueva orden. Me esperaba más de ti, Riley.- No contestaste y seguiste fuera del despacho a tu compañera.

-Tenemos que volver a la mansión, esta noche.- Tú no te lo podías creer.

-Acabamos de librarnos por los pelos de la expulsión, ¿cómo puedes estar pensando en volver?

-Es la única pista que aún no hemos investigado.

Te sentaste en la cama mirando al techo, por lo menos Miércoles parecía enfrascada en su novela y te dejó en paz. Enid no estaba en la habitación, probablemente había quedado con Ajax, echabas de menos alguien que no fuera la joven Addams en tu presencia.

Tres toques interrumpieron el teclear de tu compañera. Marilyn apareció tras la puerta.

-Acabo de enterarme de lo que le ha pasado al alcalde Walker, ¿estáis bien?- Dijo agitada mientras se acercaba a tu compañera.-No puedo imaginarme presenciar algo así.

Tímidamente te acercaste un poco más al escritorio y te sentaste en el borde de la cama.

-Estaba en mi lista de deseos.- Dijo impasible Miércoles.

-Podríais haberos hecho daño, o algo peor...- Ahora se acercó a ti y pasó una mano suave por tu mejilla, naturalmente no como lo solía hacer.

-Estoy bien Srta. Thornhill- Dijiste intentando tranquilizarla con la mirada.

-Sí, dígale al alcaide Weems que seguimos en nuestra celda.- La pelirroja exhaló y puso una mano en su cadera.

-La directora Weems únicamente vela por vuestros intereses.- Dijo, mientras miraba curiosa la máquina de escribir.- ¿Qué tal llevas la novela?- Preguntó en un tono casi jovial.

-La investigación de Viper se ha atascado en varios frentes, pero ya está planeando su próxima acción.

-Suena intrigante, encontré esto en mi estantería y pensé en ti.- Dijo mientras le entregaba un libro. No te gustó esa actitud de Marilyn hacia Miércoles, pero intentabas no darle importancia. Dicho libro era "Frankenstein" de Mary Shelley. Lo miraste acercándote un poco. –Mary Shelley lo escribió en una apuesta cuando tenía diecinueve años.

Miércoles cogió el libro interesada.

-Lo sé, es mi heroína literaria y mi némesis, tengo dos años y trescientos sesenta y cuatro días para ganarla.

-Bueno, creo que es muy inteligente que te centres en los monstruos literarios, te olvides de los de verdad y se lo dejes a las autoridades. Y también que dejes de meter en tus líos a tu compañera.- Miró hacia ti mientras lo decía.

La morena se giró un poco en su silla.

-"Ningún hombre elige el mal sólo porque es malo, lo confunden con la felicidad, con el bien que ansían." Esta frase de Mary Shelley describe a personas como Weems, que hacen cosas malas con el pretexto de proteger el bien común.- La cara de la pelirroja cambió de la inocencia a la seriedad en un segundo, frunciendo el ceño. Miércoles exhibió el libro con sorna - ¿Esto es idea suya?

-No.- Suspiró Marilyn con la cara desencajada.- Pero seguro que te expulsará si sigues desafiándola, y no quiero que arrastres a la pobre Riley contigo.- Otra vez los ojos en ti.