Decidiste subir a tu habitación a descansar un poco. Enid estaba allí movimiento la cabeza al ritmo de la música que estaba escuchando. La hiciste un gesto para saludarla y dejaste tus cosas en la cama. Era un buen momento para cuidar a tu querida rosa, y de algún modo, eso te daba cierta paz, podías entender a Marilyn y su devoción por las plantas.
Unos golpes en la puerta perturbaron vuestra calma y unas figuras extrañas asomaban por los cristales.
-¿Se puede?- La directora Weems entró con una sonrisa deslumbrante.
Tras ella tres personas la seguían. Era un hombre bajito y regordete y una mujer alta y esbelta, ambos vestidos de negro. Una chica estaba entre los dos adultos. Tenía dos trenzas colgando por sus hombros y cara de pocos amigos.
-Vaya, cuánto...color.- Dijo el hombre, contemplando la habitación.
-Riley, Enid, estos son los Addams, han venido a acompañar a vuestra nueva compañera, Miércoles, éstas serán tus compañeras de habitación durante el curso.
Enid se aproximó a la joven emocionada, te trajo recuerdos de tu primer día. Hizo un intento de abrazarla, pero ella lo esquivó con desagrado en sus ojos.
-No eres de abrazos ¿Eh?, no pasa nada, poco a poco.- Dijo la rubia, bajando los brazos.
La chica dirigió la mirada hacia ti y no supiste qué hacer, pero decidiste ser educada y acercarte a ella, extendiendo tu mano hacia la joven. Pareció dudar por un momento y esperabas ya su rechazo, pero te la agarró en un suave y muy corto apretón.
-Oh vaya.- Dijo la mujer adulta con un tono muy tranquilo.- No me digas que tú eres la hija de Ada, oh, por supuesto que sí, esos ojos son inconfundibles.- La mujer misteriosa se acercó a ti y te ofreció su mano pálida.
-Me llamo Morticia, y estudié con tu madre aquí, en Nunca Más. Éste es mi marido, Gómez. Dijo estrechándote la mano y señalando al hombre, que esbozó una sonrisa.
-Encantado, espero que la vieja Ada se encuentre bien, tienes que decirla que llame de vez en cuando, para contarnos batallitas.- Dijo, simpático.
Miércoles miraba a su alrededor asqueada.
-¿Qué le pasa?- Preguntó Enid.
-Oh, bueno, es alérgica al color...-Respondió Gómez.
-¿Y cuáles son los síntomas?- Preguntó temblorosa.
-Me produce urticaria y hace que la piel se me despegue de los huesos.- Contestó la oscura muchacha.
-Bueno.- Dijo Weems, impaciente por terminar la conversación. Tengo que arreglar algunos asuntos con tus padres Miércoles, Enid, Riley, ¿seríais tan amables de enseñar todo esto a vuestra nueva compañera?
Las dos asentisteis al unísono, y la directora y sus acompañantes desaparecieron.
Enid y tú os llevasteis a la chica y la rubia comenzó su pequeño discurso, el mismo que te dio a ti, como si lo hubiera ensayado.
Una vez explicado todo, la rubia y tú regresasteis a la habitación, volviendo a vuestro status quo.
-¿Qué te parece? Miércoles digo.- Cuestionó la rubia cuando se sentó en la cama
-Está bien.- Dijiste secamente
-Parece un poco... Siniestra.- Murmuró.
Tú te encogiste de hombros.
-Tal vez.
-Bueno, voy a terminar el trabajo de criaturas a la habitación de Yoko, ¿Cómo llevas el tuyo?- Preguntó cambiando de tema.
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Amor, Marginados, flores y monstruos.
AventuraEsta es la historia de Riley Hayes, tu historia. Cuando las circunstacias te llevaron a la Academia Nunca Más, tu vida cambió por completo. Nunca pensaste en llegar a hacer amigos de verdad, a encajar bien en algún sitio. Mucho menos en enamorarte...