Capítulo 11: Oh, bueno, es alérgica al color.

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Decidiste subir a tu habitación a descansar un poco. Enid estaba allí movimiento la cabeza al ritmo de la música que estaba escuchando. La hiciste un gesto para saludarla y dejaste tus cosas en la cama. Era un buen momento para cuidar a tu querida rosa, y de algún modo, eso te daba cierta paz, podías entender a Marilyn y su devoción por las plantas.

Unos golpes en la puerta perturbaron vuestra calma y unas figuras extrañas asomaban por los cristales.

-¿Se puede?- La directora Weems entró con una sonrisa deslumbrante.

Tras ella tres personas la seguían. Era un hombre bajito y regordete y una mujer alta y esbelta, ambos vestidos de negro. Una chica estaba entre los dos adultos. Tenía dos trenzas colgando por sus hombros y cara de pocos amigos.

-Vaya, cuánto...color.- Dijo el hombre, contemplando la habitación.

-Riley, Enid, estos son los Addams, han venido a acompañar a vuestra nueva compañera, Miércoles, éstas serán tus compañeras de habitación durante el curso.

Enid se aproximó a la joven emocionada, te trajo recuerdos de tu primer día. Hizo un intento de abrazarla, pero ella lo esquivó con desagrado en sus ojos.

-No eres de abrazos ¿Eh?, no pasa nada, poco a poco.- Dijo la rubia, bajando los brazos.

La chica dirigió la mirada hacia ti y no supiste qué hacer, pero decidiste ser educada y acercarte a ella, extendiendo tu mano hacia la joven. Pareció dudar por un momento y esperabas ya su rechazo, pero te la agarró en un suave y muy corto apretón.

-Oh vaya.- Dijo la mujer adulta con un tono muy tranquilo.- No me digas que tú eres la hija de Ada, oh, por supuesto que sí, esos ojos son inconfundibles.- La mujer misteriosa se acercó a ti y te ofreció su mano pálida.

-Me llamo Morticia, y estudié con tu madre aquí, en Nunca Más. Éste es mi marido, Gómez. Dijo estrechándote la mano y señalando al hombre, que esbozó una sonrisa.

-Encantado, espero que la vieja Ada se encuentre bien, tienes que decirla que llame de vez en cuando, para contarnos batallitas.- Dijo, simpático.

Miércoles miraba a su alrededor asqueada.

-¿Qué le pasa?- Preguntó Enid.

-Oh, bueno, es alérgica al color...-Respondió Gómez.

-¿Y cuáles son los síntomas?- Preguntó temblorosa.

-Me produce urticaria y hace que la piel se me despegue de los huesos.- Contestó la oscura muchacha.

-Bueno.- Dijo Weems, impaciente por terminar la conversación. Tengo que arreglar algunos asuntos con tus padres Miércoles, Enid, Riley, ¿seríais tan amables de enseñar todo esto a vuestra nueva compañera?

Las dos asentisteis al unísono, y la directora y sus acompañantes desaparecieron.

Enid y tú os llevasteis a la chica y la rubia comenzó su pequeño discurso, el mismo que te dio a ti, como si lo hubiera ensayado.

Una vez explicado todo, la rubia y tú regresasteis a la habitación, volviendo a vuestro status quo.

-¿Qué te parece? Miércoles digo.- Cuestionó la rubia cuando se sentó en la cama

-Está bien.- Dijiste secamente

-Parece un poco... Siniestra.- Murmuró.

Tú te encogiste de hombros.

-Tal vez.

-Bueno, voy a terminar el trabajo de criaturas a la habitación de Yoko, ¿Cómo llevas el tuyo?- Preguntó cambiando de tema.

Amor, Marginados, flores y monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora