Capítulo 12: Es una extraña casualidad

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Regresaste a tu habitación, confirmando que tu nueva compañera era el origen de esa música. Empujaste el vidrio para salir al balcón y la música se detuvo. Tú te arrepentiste.

-Lo siento, no quería molestarte.- Dijiste en tono de disculpa.

La joven te miró con su misma inexpresión habitual.

-Ya he terminado.- Dijo secamente.

Miraste hacia al atril y casi sales corriendo. Una mano que no iba conectada a nada más se dedicaba a pasar las páginas de la partitura. Tragaste saliva y te pusiste alerta.

-Él es Cosa.- Comentó la Addams.

Tú asentiste y seguiste el recorrido del apéndice con los ojos. Se acercó a ti y parece como si te ofreciera un dedo, a modo de saludo. Miraste brevemente a Miércoles buscando qué hacer y ella asintió levemente. Con cautela acercaste tu dedo índice hacia él y te lo agarró, sacudiéndolo.

-E, encantada de conocerte, Cosa, soy Riley.- Dijiste un poco asustada todavía.

La mano empezó a moverse haciendo unos gestos que no interpretabas. Volviste a mirar extrañada a la morena.

-Dice que él también está encantado de conocerte, es un blando.- Dijo guardando el violonchelo en su funda.- Aparentemente mis padres lo han traído aquí para espiarme, pero le he pillado a tiempo.

Cosa se agachó temeroso ante su tono amenazante.

-No se fían de ti, ¿Eh?- Ironizaste.

Miércoles sólo te miró y volvió a entrar en la habitación.

Esa noche no hubo visita al cuarto de Marilyn, lo que te hizo un poco triste. Parecía que la tempestad reinante entre Enid y la chica nueva se calmó un poco, aunque fuera por indiferencia. La chica tecleaba en su máquina de escribir mientras Enid, Cosa y tú "veíais" una película en el ordenador. Hacía un tiempo que no pasabas tiempo con tu compañera por las noches y en parte te alegraste de volver a hacerlo. El día siguiente iba a ser muy especial, así que tenías que hacer cosas especiales, como darle coba a tu amiga mujer lobo.

Todo al día siguiente parecía girar en torno a Miércoles. Incluso hubo numerito con Bianca en la clase de esgrima, que acabó con la joven en la enfermería con un corte en la frente. Cosa y tú la esperabais fuera. Poco a poco te estabas adaptando a tu nuevo amigo de cinco dedos, y parece que os llevabais bien. La joven siniestra salió de la enfermería con una tirita y una mirada de rabia y odio. Os dedicó una mirada fugaz y se fue por el pasillo. Cosa te hizo gestos para que la siguieras. Tú lo hiciste e intentaste detenerla

-Eh, Miércoles, ¿estás bien?- Preguntaste. La chica se volvió y se detuvo.

-Acabo de perder contra esa sirena arrogante, no, no estoy bien.

Tú rodaste los ojos y te pusiste a su lado.

-No es para tanto, se te da muy bien la esgrima.

-Aprendí a los seis años.

Asentiste despacio intentando no extrañarte por sus palabras.

-Yo tuve mis propios problemas con Bianca mi primer día.- Miércoles volvió la cabeza hacia ti.

-Te vapuleó y humilló, supongo, parece su especialidad.- Dijo desinteresada.

-Pues aparte de eso, me llevé un codazo en el costado, el moratón duró días.

-Fue un buen moratón entonces.- Afirmó.

Fuera estaba lloviendo y ambas sacasteis vuestro paraguas. Al salir por la puerta, un grito se dirigió a vosotras.

Amor, Marginados, flores y monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora