Capítulo 21: Mamá, ¿quién era Garrett Gates?

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-Cariño mío.- Tu madre te estrujó entre sus brazos como si fueras un peluche, encima delante de la directora, que miraba la escena con una sonrisa seguro que sabe lo mucho que detesto esto.

-Mamá, no puedo respirar.- Dijiste cogiendo aire. Ella se separó y te hizo un reconocimiento rápido.

-Oh, qué guapa estás.- Dijo suspirando. Por dios que acabe ya esto.

Larissa os hizo un gesto para que os sentarais y empezó a ojear unos papeles.

-Me alegra decirte que por lo visto la adaptación de Riley a Nunca Más ha sido magnífica.- Dijo satisfecha. Tú madre te miró orgullosa. –Su expediente es ciertamente magnífico, pocos alumnos tienen calificaciones parecidas.- Dijo mientras le entregaba unos papeles.

Tu madre los observó y su sonrisa se hizo cada vez más grande.

-Vaya, Riley, es maravilloso, ni siquiera en tu antiguo instituto tenías estas notas.- Asentiste desganada.- Mira esto, ¿un diez en ciencias botánicas? ¿Desde cuándo te interesan las ciencias botánicas? Tú odias las plantas- Te hundiste un poco en la silla y los colores empezaron a brotar en tus mejillas.

-Ya sabes, Ada, aquí es muy fácil interesarse por cosas que al principio no te llaman la atención.- Larissa habló en tu nombre.

-Oh, desde luego, ¿se jubiló el señor Latimer?- Preguntó.

-Hace años, ahora esa asignatura la imparte la Señorita Marilyn Thornhill, una "normi" de hecho.

-Vaya.- Dijo como si la asombrara. Un cosquilleo nervioso te hizo hundirte un poco más.

-Tengo entendido que tu hija además tiene una excelente relación con ella, ¿no es cierto?- Su mirada se dirigió a ti, que poco te faltaba para fundirte con la silla. Tus mejillas estaban ya rojas y el temblor de tu pierna era más que perceptible.

-Eh, sí, supongo que sí.- Intentaste que no se te trabara la lengua.

-Mi hija respetando a una figura de autoridad, ¿qué les dais Larissa?- Seguramente no hubiera querido ver cómo gemía anoche la "figura de autoridad"

-Me alegro de que el cambio haya sido para bien, no todos los alumnos lo llevan igual, fíjate en la hija de Morticia por ejemplo, no ha hecho más que darme disgustos.

-Bueno, nosotras éramos iguales a su edad, rebeldes sin causa.- Dijo riéndose.

Alguien llamó a la puerta.

-El catering está listo, directora.- La reconocible voz de Marilyn se coló en la situación para ver si te daba el maldito infarto de una vez.

-Mira tú por donde, qué oportuna, pase, pase. Srta. Thornhill, le presento a Ada Hayes, la madre de su mejor alumna.- La pelirroja se ajustó las gafas y se dirigió tímidamente a donde estabais. Podías ver cierto temor en su mirada, y no era para menos.

-Es un placer señora Hayes.- Dijo con la voz ligeramente temblorosa extendiendo su mano a tu madre.

-Lo mismo digo, necesito que me diga cómo ha hecho para que la misma Riley que decía que las plantas eran un rollo aburrido haya sacado matrícula en su asignatura.- Tu mano tapaba tu cara, que parecía poder derretir un hielo en segundos. Tuvo que decirle eso, precisamente eso. Tus nudillos se volvieron blancos de la fuerza con la que apretabas los puños.

-Oh, bueno.- Ahora tocaba la risa nerviosa, pero con la compostura intacta.-Supongo que todos aprendemos a amar ciertas cosas con el tiempo. Su hija es encantadora, me alegro de tenerla en mi clase- No ¡No! Cállate tú ahora.

Amor, Marginados, flores y monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora