Capítulo 9: Me preguntaba si la habitación era lo bastante grande para las tres

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Las turbulencias de tus pensamientos no te dejaban distinguir lo que tenías delante. Todo ha estado a punto de irse a la mierda. Te remordían las palabras de tu amigo y deseabas no pensar que había algo de razón en ellas. ¿En verdad te está usando como a un juguete? ¿Ella te quiere realmente? Estuviste preguntándotelo en el camino de vuelta, llegando a una espeluznante conclusión, nunca te dijo "te quiero". Tu estómago se revolvió ante aquel hecho y empezaste a dudar si de verdad ella sentía lo mismo que sentías tú, o eras un entretenimiento en su rutina aburrida.

Con un movimiento torpe rebuscaste en tu bolso y alcanzaste tu teléfono. Con dedos temblorosos escribiste un mensaje a Marilyn, que rezabas por que recibiera. "Necesito hablar contigo, es importante" pusiste y de diste a enviar, ahora tocaba esperar.

Llegaste al patio en modo piloto automático y buscaste a alguien conocido para no estar a solas con tus pensamientos. A lo lejos divisaste a la inconfundible Enid y te dispusiste a ir a su encuentro, pero una voz autoritaria te detuvo.

-Señorita Hayes.- Llamó la directora, lo que hizo que te detuvieras en el acto.

-Di, directora Weems.- Dijiste nerviosa.

-Tengo noticias para ti y para tu compañera, ¿serías tan amable de llamarla, por favor?

Hiciste señas para que la rubia mirara hacia ti y la indicaste que se acercara. Ella levantó la mirada de su teléfono y se movió hacia vosotras.

-Bien, chicas, tengo algo importante que anunciaros...-Siempre sus pausas dramáticas.- En breve tendréis una nueva compañera de habitación.- Dijo con exultante felicidad.

Enid y tú os mirasteis confusas. Al momento la rubia pareció empezar a emocionarse.

-¿Una chica nueva? ¡Es genial!, y ¿quién es? Si se puede saber...- Enid parecía eufórica. La directora le hizo un gesto de calma y sonrió.

-Se llama Miércoles Addams, y es todo lo que pienso decir, ya tendréis tiempo para conocerla cuando llegue.

Tu cabeza hizo memoria.

-La chica de las pirañas...- Susurraste casi inaudible.

-¿Decías algo Hayes? No dejas de cagarla en todo momento, se supone que no deberías saber eso.

-Oh, nada, me preguntaba si la habitación era lo bastante grande para las tres.- Mentiste

-Oh, no habrá problema, es una de las habitaciones más grandes de la escuela, además, ella fue expulsada de su instituto al igual que tú, seguro que hacéis buenas migas.

-Sí, Riley, será genial, seguro.- Confirmó la rubia emocionada.

-Estupendo, ahora he de hablar con la señorita Thornhill y pronto irán a vuestra habitación para hacer los cambios.

-¿Cuándo directora?- Preguntó Enid.

-Seguramente mañana, no te preocupes Sinclair, se os avisará con tiempo.- Y con esta frase se retiró.

Tu amiga te agarró y empezó a dar saltos de alegría, mientras tú permanecías inmóvil.

-Es genial, ahora seremos más.- Dijo canturreando.

Cuando hablabas con la directora notaste una pequeña vibración que salía de tu bolso, y no podías esperar a leer el mensaje, probablemente suyo.

-Riley, vamos a ir a por los trajes para las canoas, ¿te vienes?- Enid no iba a estar, ya tenías sitio donde quedar.

-No puedo, acabo de venir de estar con las abejas y realmente necesito una ducha, ¿nos vemos luego?

La rubia asintió y se volvió alegre a reunirse con las demás. En verdad aquella mentira hizo efecto, ya no cuestionaba cada una de tus acciones. Sería perfecto si no hubieras utilizado a tu amigo como tapadera.

Amor, Marginados, flores y monstruos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora