Capítulo VII: La entrada al bosque.

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Apenas el sol comenzó Tweek estaba vomitando en el baño, mareado y como si hubiera tenido un problema con el alcohol, con muchas ganas de hacer pis.

- ¿Estas bien cariño? -Le había preguntado Craig apenas lo vio pararse de la cama de una forma increíblemente rápida dirigiéndose al baño.

El chico solo asintió la cabeza mientras volvía a vomitar todo.

Craig obviamente no le creyó al rubio y con mucho cuidado lo ayudo a parase, pues este se sentía mal.

- ¿Por qué mejor no te quedas a descansar? Yo te cubro. -Los ojos de Tweek se iluminaron, ahora no tenía que planear una excusa para ir a ver a Butters.

- ¿De verdad? -Craig asintió con una sonrisa, lo que hizo sonrojar a Tweek, su novio era un maldito ángel cuando se lo proponía, se sentía seguro con él.

-Si, tranquilo, duerme.

Tweek asintió con una sonrisa, mientras Craig le robaba un beso en los labios, suave, tranquilo, para transmitirle paz a su novio el cual estaba temblando de pies a cabeza.

-Puaj, Craig, debo saber a vomitó.

-Nah, sabes a café como siempre. -Respondió el azabache juguetón mientras Tweek se sentaba en su cama y volvía a leer el mensaje de Leo.

Cuando su novio quedó listo el solo se despidió de un beso más sonoro, quería quedarse ahí congelado para siempre, en los brazos del amor de su vida, siendo feliz, queriéndose sin nadie más que les importará, sin embargo, la vida no es así.

-Amor mío. -Dijo Tweek. -Te amo, muchísimo.

-Y yo a ti amor.

Después de una sesión de besos, Craig se fue y Tweek se quedo viendo el techo, suspirando para luego irse a cambiar e ir a ver a su hermano, si Craig preguntaba, iría al médico.

Cuando llegó a las orillas rezó por no ver a Kenny o Kyle, quienes eran los que patrullaban esa mañana, pero para fortuna de su suerte, solo se encontró con Karen y Leo, quienes vestían de informal y que también estaban con un chico de pelo negro y camisa azul con un estampado de "Star Trek" y una chica de pelo rojo que creyó haber visto ya en algún otro momento.

- ¿Hola? -Saludó cortésmente mientras Leo era el único que regresaba el saludo.

-Tweek, ellos son Kevin y su novia Red, Kevin mantiene mi secreto a salvo, porque ambos son brujos y están siempre en el bosque. -Explico Butters a su hermano.

-Un... gusto... Ahmmm... ¿Qué no perteneces a Coon y amigos? -El chico se veía claramente nervioso mientras la chica solo lo analizaba con la mirada.

-Es mi hermano. -Contestó tajante y con una voz casi sombría Butters, haciendo estremecer a todos los presentes. -Ahora, dejando eso de lado, a lo que venimos.

Kevin asintió y los 5 se adentraron en el bosque, no sin antes, la chica Red acercarse a Tweek.

-Vaya, así que el novio de Craig tiene sus secretos. -Eso alarmó a Tweek que empezó a temblar, ahora sí recordaba a esa chica.

Era Rebecca MacArthur Tucker, la prima de Craig. La había conocido hace algunos años, en una cena familiar algo incomoda, no había dirigido palabras con ella y Craig le había dicho que era considerada la oveja negra de la familia, aunque no entendía por qué.

Bueno, ahora ya lo entendía.

-Oh cariño, no te preocupes, tu secreto esta a salvo conmigo, siempre y cuando no le digas nada del mío a mi primo. -La chica a pesar de lo frio que se escuchaban sus palabras se le hacía de confiar, además, no los creía tan estúpidos como para enfrentar a Caos.

Tweek asintió mientras empezaban a adentrarse al bosque, notando que parecía que toda la tierra había sido removida y vuelta a poner en su lugar.

-Cuando me preguntaste si habíamos visto algo paranormal, pensé en decirte que no, pero Red en una sesión del ocultismo vio lo siguiente... -Empezó narrando Kevin mientras cruzaban unas ramas y llegaban a un árbol que parecía estar muriendo y tenía unos jeroglíficos puestos.

Leo y Tweek se acercaron, era su lengua madre, no era un conjuro del "árbol sagrado"

-Es ella. -Dijo sin más Leo. -Está buscando el árbol más antiguo.

- ¿Qué? -Dijeron los otros tres sujetos que no entendían nada del tema.

-Esto es la lengua madre, la que usaba el gran mago de nuestros tiempos, mientras más viejo el árbol, más conexión tiene al árbol sagrado... la situación es que quiere hacer algo, pero no ha encontrado un árbol lo suficientemente viejo.

Tweek dejó escapar un suspiro con una sonrisa.

-Está viva. -Y con eso se conformaba por ahora, sin embargo, debía ver que tramaba.

-Y no sabe lo que hace. -Reafirmó Leo. -Lo que está escrito aquí es justo lo que yo temía Tweek, "Jinetes Fantasma"

Tweek abrió los ojos a más no poder quitando a su hermano y viendo el simbolismo a detalle, era cierto, ¿¡Qué mierda pensaba su hermana!?

-Disculpen, ¿Qué es eso de pendejos fantasmales? -Preguntó Red

-Son unas criaturas como zombis, que se comen a todo el mundo.

-Perfecto momento para estar vivos y en esté maldito bosque, he. -Dijo Kevin mientras rodaba los ojos, si bien todo el mundo sabía que aquí desaparecían muchos cuerpos por los años...

- ¡La tierra removida! -Grito Tweek cuando cayó en cuenta. -Todos son cuerpos y posibles jinetes, ¡Pueden ser más de mil sí no los quitamos de aquí!

Tweek empezó a ver a todos lados, ese empezaba a hacerse unos problemas muy, muy grande que ni "Coon y amigos" iba a poder detener, era prácticamente imposible sin mínimo la mitad de bajas de su equipo.

-Tweek, relájate un momento. -Habló Leo al ver a su hermano entrar en estrés. -Mierda, si entiendo la gravedad del asunto, pero no podemos hacer nada.

- ¿Del 1 al 10 que tan malo es esto Coon? -Preguntó Karen, también empezaba a sentirse vigilada.

- Cien, llama a General desorden, que Lady Hierba saque todos los cuerpos de aquí, ¡debemos actuar rápido! -Ordenó Leo, haciendo que Karen sacará su teléfono temblando.

- ¡Mis amigos, todos están patrullando el bosque! ¡Craig! -Tweek estaba entrando a un brote psicótico, Red lo tenía agarrado de un brazo y Leo del otro.

Butters no era tonto, sabía que su hermano pertenecía a una manada y le gustará o no, debía protegerla de esto que no iban a poder salvarla.

Al mismo tiempo que la suya, de sus pequeños.

-Karen, junto con Dougie van a ir al otro extremo de la ciudad y destruirán todo, quiero un Caos tan poderoso que todo Coon y amigos esté allá, maten a quien tengan que matar, quemen lo que tengan que quemar, pero no quiero a nadie cerca del maldito bosque ¡¿Entendiste?!

- ¡Si!

- ¡Pues vete! -Grito Leo mientras Tweek sintió como todo se volvía obscuro.

- ¡Tweek! -La voz de Rebecca se escucho a lo lejos, pues el chico había caído inconsciente.

- ¡Llévenlo al hospital y pobre de ustedes si dicen algo! -Ambos chicos asintieron y todos se acercaron a la entrada, aunque Butters ya no salió, debía esperar a Heidi y desenterrar esos cuerpos lo más rápido posible.

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