Capítulo XXI: Una difícil plática (PARTE II).

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Leo estaba en shock, mierda ahora él era el que quería llorar y no sabía si era por la felicidad o la impotencia que estaba sintiendo.

Kenny se quedo pensando si era buena idea seguir hablando, si no estaba cagando más su propia tumba, pero mientras temblaba y su voz se cortaba y quemaba como mil agujas, estaba decidido a contar su parte de la historia.

-Mientras más te conocía, mientras más te conquistaba por una estúpida apuesta yo noté cosas en ti que jamás pensé que iba a encontrar en una persona y... me enamoré.

Kenny dijo lo ultimó en un susurro rendido, en alguien que estaba a punto de morir y necesita sacar eso de su corazón, necesitaba sacar aquello de su pecho antes de que lo asfixiará y lo matará, como lo estaba haciendo esa plática.

Leo por otra parte no daba crédito a lo que oía, si sabía que las cosas fueron una trampa y que él, ingenuamente como decía Kenny, había caído pensando que su amor era correspondido, pero no pensaba que fuera verdad, que Kenny también lo llegó a amar.

-El día de la apuesta te suplique que no fuéramos a la escuela, necesitaba tiempo para convencer a Cartman de no hacer una estupidez, de convencer a Stan y Kyle de que hiciéramos como si nada paso para que nuestra relación fuera real, pero...

-No quise... -Leo recordó ese día, recordaba por que estaba desesperado por si ir. -Mis padres adoptivos me hubieran hecho un infierno si sabían que faltaba a clases.

Y bueno, ese día de todas formas su vida se transformó en un infierno.

Kenny se le quedó viendo a Butters y volvió a agachar la cabeza, mientras más lagrimas salían de sus ojos.

- ¡Intente alcanzarte!, ¡Juro que te gritaba! Pero Kyle tenía razón, no me ibas a oír... -Kenny lo intentó, pensó que podría arreglar las cosas si iba al otro día a su casa, para jamás imagino que esa misma noche Leo se aventaría del puente. – Y ahora entiendo mi error, ahora más que nunca no se como pedirte perdón y que me odies, soy un puto monstruo.

Leo se quedo viendo al chico, recordaba verlo visto con cara de pánico aquel día, recordaba ori gritos, pero estaba desesperado por huir, el dolor de su corazón se paso a su vientre y desde ahí todo fue un Caos.

¿Qué debía hacer?

-No puedo odiarte, perdón. -Leo agarro gentilmente el rostro del chico rubio que ya se estaba hinchando de tanto llorar y sus hermosos ojos estaban rojos de tanto que los apretaba. -En mi mundo, solo nos enamoramos una vez y yo... bueno.

Kenny se le quedo viendo y negó con la cabeza, riendo de forma sínica.

-Debes estar jodiéndome. – La risa de Kenny alertó a Butters, sonaba escalofriante. -No puedes seguir enamorado de mí después de todo lo que hemos vivido.

-Yo siempre he sabido que son ustedes, nunca he intentado matarlos, solo molestarlos, como ustedes lo hacían conmigo... -Era cierto, nunca fue su intención, ni siquiera cuando Tweek entró a su equipo. -Me dolía ver que morías, me duele ver que sufras, aun cuando una parte de mí sabe que lo mereces.

Kenny estaba en shock, deseaba mucho dispararse con una pistola miles de veces hasta que en algún punto la vida se compadeciera de él y lo matará de forma definitiva.

-No merezco tu amor, ¿no puedes romper el vínculo?

-No, menos si hubo un cachorro de por medio. -Esa palabra hizo que Kenny se agarrará el puente de la nariz, intentando controlar sus emociones.

-No sabía que...

-Oh vamos McCormick, esto es prácticamente imposible en tu mundo... si de algo no te culpo en esta vida es de eso.

Leo era consciente que sus acciones del rio fueron lo que hicieron que perdiera a su bebé, de hecho, su omega suplicaba el perdón del alfa, pero no, eso era rebajarse a algo que no podía.

Pasarón unos minutos hasta que Kenny pudo volver a parar, viendo a Leo con esa cara de arrepentimiento.

-Perdón, no puedo decir más...

Leo se le quedo viendo y sonrió.

-No te preocupes McCormick, digo quería morir con ese secreto, pero las cosas no salen como uno espera ¿verdad?... Solo si mañana vendrás, quédate a mi lado. -Leo sabía que le pedía mucho al rubio.

- ¿Por...por qué?

-Por qué lucharé con mi propio ego y necesito que estes a mi lado... como cuando me viste temblando, la vez que nos acostamos. -Y es que Kenny no lo sabía, pero ese fue el primer celo de Butters y esos dolores eran justamente eran como lo de los animales terrícolas.

Claramente Kenny no quería aceptarlo, no se merecía estar cerca de él, Butters merecía a alguien mejor que él, de hecho, nadie merecía ni siquiera quererlo. Pero los ojos de Leo le suplicaban con la mirada que le hiciera caso y si el menor se lo pedía, era lo mínimo que podía hacer.

Mysterion solo asintió y Leo no pudo evitar sonreírle, con un omega emocionado y un consciente preocupado.

-Gracias...

El rubio no se pudo medir y abrazó al chico,haciendo que este le correspondiera y se aferrará a él, injustamente,cruelmente y egoístamente puesto que sabía que no merecía eso, pero solo porese momento, deseaba no perderlo de nuevo.





(Me siento tan cerca del final pero al mismo tiempo aun falta un vergo T-T, perdónen que los interrumpa en su lectura, nos seguiremos viendo en otros universos)

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