• EL TRATO • | Mitake | [Finalizado]

• Capítulo 49 | En contra •

Takemichi fue llevado al hospital más cercano. Aún presentaba signos vitales, pero su estado era crítico, su pulso estaba muy débil y su herida no paraba de sangrar, por lo que de inmediato entro a sala de urgencias.

Manjiro no se quería separar de él; Sin embargo, no le permitieron la entrada a esa zona del hospital, lo cuál eso le hizo enojarse y discutir con los médicos y enfermeras. Al final, Haruchiyo tuvo que intervenir para que el ojinegro se calmara y no lo sacaran del hospital, por el alboroto que estaba ocasionando.

El pelirosa no dejaba de caminar en círculos, mientras que el pelinegro permanecía sentado, esperando por alguna noticia del estado del menor. En sus pensamientos quedo atrapado, su semblante estaba decaído y angustiado, el sentimiento de culpa y frustración tomaron control en él, aparte de sentirse desesperado, lleva casi una hora, que para él era una eternidad, ahí sentado sin alguna novedad del ojiazul. Sino salía algún personal del hospital, tendrá que entrar a la fuerza averiguar por su propia cuenta.

Aunque Sanzu también estaba adentrado en sus pensamientos, no dejaba de observar a Mikey, ya que al conocerlo a la perfección, siente que en cualquier momento cometera algo imprudente, así que debe estar muy en alerta, para detenerlo y tranquilizarlo.

No estuvieran en esa situación si nunca le hubiera quitado los ojos de encima al azabache. Todo eso es su culpa, tenía que cumplir con la petición de su amigo y no lo hizo, otra vez.

Le ha fallado mucho.

— ¿Cuánto más tengo que seguir esperando?. — reclamó Mikey, ya se notaba impaciente

El pelirosa se detuvo y rápido miro al contrario.

— Ya no deben tardar mucho, así que mantente tranquilo. — dijo el pelirosa, con el propósito de calmar al contrario

— ¿"Qué me mantenga tranquilo"? Me has estado repitiendo las mismas palabras a cada rato. — espeto parándose de su asiento y mirar con una expresión de enojo al más alto — Estoy cansado de seguir esperando. ¿Acaso no te das cuenta que estoy desesperado?. — recalcó, ocasionando que el pelirosa se estremeciera por esa mirada intimidante

— Te entiendo, Mikey, yo igual estoy preocupado por el estado de Takemichi. Pero debemos ser pacientes y esperar. Los doctores están haciendo su trabajo. — comentó, haciéndole saber al ojinegro que los médicos necesitan concentrarse para elaborar bien su trabajo

Manjiro de mala gana chasqueo la lengua y le dió la espalda a Haruchiyo, quien no le quitaba la vista y solo observaba como el pelinegro fijaba su mirada hacia la puerta de urgencias, esperando a que alguien saliera y le diga sobre su pareja.

Las pisadas acercándose a ambos hombres, eran auditivas en aquel pasillo. Sanzu volteo y su semblante cambio completamente, si antes expresaba angustia, ahora estaba lleno de coraje; Izana acompañado de Kakucho llegaban al lugar.