• EL TRATO • | Mitake | [Finalizado]

• Capítulo 22 | ¿Por qué lleva esa vida? •

Este capítulo está dedicado para: @DenisseAponte5 muchas gracias por leer mi fic 💗💗😍😍

Después de un rato, Manjirou y Takemichi llegaron al penthouse. Bajaron del vehículo y se adentraron a la vivienda.

Ha sido un largo y disgustado día para ellos, además de agotador.

— Iré a descansar un poco. — comunicó Takemichi

— Está bien. — fue lo único que dijo Mikey

El menor estaba por preguntarle al contrario si no iría a descansar, pero al ver ese semblante serio y frío se lo impidió y mejor optó por irse de ahí, dejando solo al mayor.

Manjirou se mantuvo parado y callado en la sala. Al escuchar que el ojiazul entró a su habitación y se encerró, se dirigió a la entrada y salió del lugar.

Pasando con Takemichi, este al entrar a su dormitorio, se acercó hasta la cama y se sentó en la orilla de esta, quedándose un poco pensativo por lo ocurrido ese día.

Aún la culpa está en él, y sobre todo, al recordar esa expresión deprimente en el rostro del ojinegro; eso fue por la discusión que tuvo con su hermano.

Aunque Haruchiyo le haya dicho que en algunas ocasiones han discutido, presiente que está vez fue algo más serio y tal vez no se hablen por un tiempo.

Mikey tiene como familia a Izana, y de eso está enterado Takemichi.

Puede que esté informado sobre la hermana del ojinegro; Sin embargo, no le ha dicho que es de ella, ¿Dónde está?.

¿Y si también está muerta, cómo su hermano mayor?

¿Acaso se ha quedado solo Manjirou?
Eso puede ser.

Puede que Izana y Mikey no lleven lo que es una buena relación de hermanos, pero hacen lo que esta en sus manos para estar bien. Aunque ahora con todo lo que ha pasado con la llegada del ojiazul, esa relación se está destruyendo. Esto es lo que Takemichi piensa.

La mentalidad negativa rodea la cabeza del ojiazul y no lo deja tranquilo.

Se tiró sobre la acolchonada y suave cama, mientras miraba hacia el techo. Su mente lentamente fue quedándose en blanco y le comenzaba a dar sueño.

Cerró sus ojos y se quedó profundamente dormido.

...

Mientras que, Manjirou, estaba llegando al subterráneo de aquel edificio.

Salio del elevador y se dirigió hasta un cuarto, dónde solo tres personas lo esperaban; y entre uno de ellos estaba Haruchiyo.

Al ver la llegada de su líder, los presentes hicieron reverencia ante él.

El ojinegro se detuvo frente a ellos y los miró sin alguna emoción. Pero principalmente esa mirada iba dirigida para el pelirosa, quien se mantenía firme, sin expresar miedo, aunque en sus adentros este temblaba por los nervios que siente y los cuáles esta evitando no mostrar.