• EL TRATO • | Mitake | [Finalizado]

• Capítulo 36 | Trato anulado •

Takemichi quedó paralizado por lo que le ha dicho Mikey. No podía mover ni siquiera uno de sus dedos, su cuerpo no reaccionaba por tan impactante comentario.

¿Terminar con el trato?, ¿Por qué razón?, ¿Hay una razón?.

Esto debe ser una broma de mal gusto. Al ojinegro le gusta hacerle bromas, sí, talvez sea eso. Pero entonces, ¿Por qué no ha parado de temblar?, ¿Por qué está nervioso y con angustia?, ¿Por qué Manjiro lo está mirando con tanta seriedad?.

Su desesperado corazón está latiendo más de lo habitual y siente como le es comprimido su pecho. No lograba quitarse de la cabeza que probablemente no se trate de una broma por parte del mayor. Además, se ve firme y seguro de lo que esta diciendo.

— ¿M-Mikey-kun... de qué... hablas?. — su voz no lograba salir con claridad, un nudo se le formó en la garganta, a causa de la impresionante decisión que ha tomado el ojinegro. Le es incómodo ese malestar en su garganta, que le impide hablar

— Ya te lo dije, quiero acabar con el trato. — aclaró Mikey, sin mostrar algún sentimiento en su facial

— ¿Pero... por qué?. — dió un paso tembloroso hacia adelante — ¿¡Por qué quieres acabar con el trato!?. ¿¡Qué ocurre!?. — en sus ojos que expresan aflicción ya se asomaban algunas lágrimas — ¿Acaso hice algo mal?, ¿Ya no quieres que esté contigo?. — agachó la cabeza y apretó entre sus puños la hoja del contrato, de tan solo pensar esa idea

Mikey se sorprendió por lo que ha dicho el ojiazul.

¿Qué ya no quiere estar con él?, pero eso nunca se le ha venido a la cabeza. Quiere estar con Takemichi, quiere tenerlo cerca de él para siempre. Pero últimamente se ha puesto a pensar en muchas cosas y en una de ellas es que no quiere seguir reteniendo al menor, en ese mundo lleno de peligro.

Anhela que tenga la vida que una vez le fue arrebatada; libertad y felicidad.

Se esforzó mucho para poder decirle eso a Takemichi. Nunca antes se había sentido así; angustiado, nervioso y asustado por cuál pudiera ser la reacción del menor.

No quiere herirlo.

— No has hecho nada malo, al contrario, te agradezco todo lo que has hecho por mí. Llegaste a mi vida para llenar el vacío que había en mi corazón, con tu compañía y amor. — sus palabras eran llenas de sinceridad y cariño — Pero tú no perteneces en este mundo, Takemitchy. — afirmó Manjiro, cambiando su tono de voz — Es por eso, que pienso regresarte tu libertad.

— ¿"Libertad"?. — susurró el ojiazul

— Esa ya es tu decisión, Takemitchy, tú tienes la última palabra si seguir con el trato o no. — aclaró el pelinegro — Si rompes esa hoja, podrás marcharte hoy mismo sin que yo me oponga, pero si decides no terminar aún con el trato, entonces que continúe ese acuerdo, hasta que llegue el día en que finalice.