• EL TRATO • | Mitake | [Finalizado]

• Capítulo 10 | Primera reunión •

Este capítulo está dedicado para: @YenniiOrtiz quien siempre me deja sus hermosos y alegres comentario.
¡Muchas gracias por todo, persona bella 😍💗!

La noche estaba llegando a la gran ciudad. Faltaban solo minutos para que la hora que Manjirou le dijo a Takemichi, llegara.

El pelinegro de ojos azules estaba terminando de arreglarse; Una camisa blanca, pantalones, saco y zapatos color negro, con una corbata del mismo color, era la ropa que vestía el menor.

Ahora se encontraba mirándose en el espejo, acomodándose su corbata.

Intento peinarse adecuadamente; Sin embargo, sus cabellos son muy rebeldes, que, aunque intentaba acomodarlos, se desordenaban. Lo único que hizo fue cepillarlos para no verse tan mal.

— Es hora de salir, ¿No?. — dudó en salir de la habitación, al recordar la confesión que Mikey le hizo. Hará lo posible por tener poco contacto visual así como poco el comunicarse con él mayor

Se alejo del espejo y se acercó hasta la puerta de la habitación, acumuló aire en sus pulmones para después soltarlo todo. Se está armando de valor para no mostrarle al ojinegro que creyó en sus palabras.

Aunque lo que no entiende muy bien Takemichi, o no quiere aceptar, es porque le "afectaron" las palabras de Manjiro, es como sí las hubiera dicho con sinceridad.

El menor negó con la cabeza, mientras pensaba que Mikey puede ser igual o hasta peor que todos los mafiosos.

— "No, él no puede ser diferente. Todos los mafiosos son iguales." — pensó pesimista, ignorando lo que su corazón le decía

Era un lío entre su mente y corazón, no sabía a quién debería creerle. Hasta que se cuestiono; Su corazón una vez confío ciegamente en una persona que le juro amor y siempre estar a su lado. Su mente en ese tiempo siguió la idea de ese órgano rojo, cuyo nunca debió seguir, aquella persona solo jugó con sus sentimientos, mintiendole en cada palabra que le decía.

Sin seguir pensando, decidió seguir su mente que le decía con terquedad que no debería creer en ningúna sola palabra, ni en los actos que haga Manjiro, porque en tan solo un instante él demostrar quien es. Solo trae una máscara que le ayuda ocultar su verdadero yo.

Takemichi ya no espero más y por fin se decidió salir de la habitación.

Al llegar a la sala del penthouse, rápido se encontró con el ojinegro, quien se estaba acomodando su corbata. Aunque rápido este se dió cuenta de la presencia del ojiazul.

De una forma tranquila le sonrió al contrario.

— Por un momento pensé que no saldrías de la habitación. — dijo calmado — Tenía pensado ir hacia allá para abrir la puerta a la fuerza, y sacarte de ahí.

— Ya no es necesario que lo hagas, porque ya estoy aquí. — contestó casi en un tono de orgullo, al saber que el plan que quería realizar el ojinegro no se práctico, sin saber que solo estaba bromeando el pelinegro de ojos negros