Luca

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En la madrugada mi hermana me mando un mensaje, que ya había hablado con Isabella, sobre el ser mi niñera. Eso suena posesivo "Mi Niñera", "Mia".

Me quedo pensando, me gusta la idea de poseerla de alguna forma. Pero de inmediato trato de sacar esos pensamiento de mi cabeza ya que nunca he sido posesivo, y menos lo seré con ella que es mi manzana prohibida.

Esto fue a las 5 de la madrugada, y desde esa hora que solo me doy vueltas en la cama, ya casi son las 8 de la mañana del domingo, único día que nos permitimos dormir hasta las 10. No se si esto me pasa de ansioso por que será la Niñera de mis hijos, por que vivirá aquí, o por que por fin la veré en en persona.

Soy como un niño antes de recibir su regalo de navidad, sin poder dormir y con una sensación parecida al nerviosismo. Fue idea mía que apenas Harper tuviera una respuesta de ella me avisara. Mala idea, por que no pude volver a dormir por la noticia.

Harper me advirtió que isabella quiere saber las condiciones del empleo, me dijo que sea claro con ella, sobre los horarios y condiciones. Que tenía que ofrecerle muy buen sueldo si quería que viviera aquí con nosotros. Como niñera interna. Lo que no sabe mi hermana, es que provoca su amiga en mi. Que seria capaz de darle la luna si me la pidiera a cambio de que este cerca mio, lo que a la vez me da una gran advertencia que no debo contratarla que eso me traerá muchos problemas, los cuales debo evitar, ya que nunca he sido afín a ellos.

Mi manzanita... La mejor decisión es alejarme de ella, para no tener la tentación de morderla. Pero a la vez la quiero cerca, aunque sea solo para mirarla. En este momento soy un manojo de contradicciones, además no queda tiempo para buscar a otra niñera, me digo a mi mismo tratando de justificar el no alejarla.

Cuando vuelvo a darme una vuelta más en mi cama para intentar dormir aunque sea 1 hora más, golpean a mi puerta.

- ¡Pase! - levantó mi voz para que me escuchen.

Abren la puerta y veo entrar a Melina, con una bandeja de desayuno en las manos.

- Buenos Días mi amor, como no pasamos la noche juntos te quise sorprender.

La miro tratando de forzar una sonrisa agradecida ante su gesto, pero sin ganas de que este aquí. Menos cuando todo lo que en mi mente hay, es a mi Manzanita, Isabella.

Anoche le dije que hoy tendría la entrevista con la niñera y quería descansar por eso era mejor que no viniera a quedarse.

Habiamos quedado en que desde esta semana para acostumbrar a los niños se comenzaría a quedar viernes o sábados. No me hace ilusión para nada compartir mi privacidad con ella, pero se que debo hacerlo. Sobretodo cuando en 3 meses será mi esposa, pero al parecer nunca será mía, mi mujer.

- Gracias Melina, que lindo gesto de tu parte - al parecer las personas se demuestran su amor haciendole el desayuno al ser amado, por que Fiorella también lo hacía para mi, en cambio a mi nunca me nació con ella y menos me nace ahora.

- Si, es para mostrarte mis sentimientos y cuanto quiero que esto funcione para los dos - y ahí esta, de eso hablaba.

- Si... hhmmm.

- No te preocupes, no debes forzarte a decir nada. - y ante su incomodidad me deja la bandeja en mi lado y se sienta en el lugar desocupado que se supone que será para ella, pero no me la imagino ahí, aun viéndola físicamente en ese lugar. ella decide cambiar el tema - Al parecer descansaste poco ya que tienes cara de cansado.

- Si, no dormi bien. Estoy preocupado por el tema de la niñera - le digo una verdad parcial.

- ¿A que hora es la entrevista?

Mil Besos TuyosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora