Realmente fue una jodida semana de mierda.
Después que vi a Isabella como se hablaban y trataban con Liam, sentí celos de no ser el. Rabia de no poder sentarme a su lado. Esos pequeños detalles que para él estaban permitidos, el solo poder tenerla cerca sin que nadie mirara raro, el poder tocarla delate de todos. Todo eso que para mi estaba prohibido.
Por que claro el podía estar cerca de ella, por que el podía salir con ella, sin que mi abuela dijera nada, ya que el no estaba obligándolo a cumplir un pacto que hizo ella con su amiga.
Estaba cada vez más claro que estaban floreciendo sentimientos hacia Isabella. En un baño de realidad me di cuenta que esos sentimientos no eran correctos , ya que este no era yo. No era de los que se dejaba llevar por el corazón, no era el que se moría por probar los besos de una mujer, no era el que soñaba a que sabría al probarla, ni menos era el que se perdía en aroma dulce de ella.
No era hasta que la conocí, ella se estaba metiendo bajo mi piel, haciéndome desear cosas que antes no me interesaban. Este cúmulo de sensaciones y sentimientos estaban ahí y se hacían más fuertes. No estaba bien para nada, debía hacer algo para eliminarlos. Así que la única solución para mi era alejarme. Alejarla.
Alejarme de ella, de su aroma, de su risa, de sus cuerpo, de sus ojos, de su presencia.
Y mi solución fue ignorarla, ya que estaba adicto a su presencia, por eso comencé a salir antes de que llegara en la mañana, llegaba del trabajo e inmediatamente la dejaba libre.
Ella capto que cambie con ella ya que no paso ni una sola noche en mi casa, y yo la extrañe.
La extrañe en las cenas, en los juegos, en las películas. Mis hijos igual la extrañaron ya que no quisieron hacer cosas conmigo por que ella no estaba.
Me encontré al menos tres veces esta semana entrando a su habitación para observar sus cosas, oler su aroma, que estaba en el aire y en su almohada.
Mi humor estuvo terrible, todos se quejaban que había vuelto a hacer el de antes, que mi buen humor me duró apenas unos días, pero que ahora estaba peor de lo que era.
Y yo me sentía peor, la extrañaba de verdad, pero se que todo lo que estaba haciendo era lo correcto, pronto ya no sentiria nada por ella. Mataría cualquier tipo de sentimiento que quisiera florecer.
Como estaba llegando más temprano, el día viernes ya no me quedaba mucho por hacer así que a las 3 ya estaba en casa, entro a la sala y la veo con Noah en sus brazos acariciándole sus rizos, me apoyo en la pared y solo puedo mirarla. Y me odio por que todo lo que avance en la semana con solo verla con mi pequeño lo retrocedo. Por que vuelve a vivir todo lo que trate de eliminar. Por que vuelve a mi el sentimiento de algo cálido en mi estómago, esto me hace a sentir completo cuando la veo con mis hijos.
Ella siente mi mirada sobre ella y me mira, nuestras miradas se encuentran y veo anhelo, ¿Me extrañará tanto como yo?, me pregunto. Y decido romper nuestra conexión repitiéndome ES LO CORRECTO. Miro a otro lado y le espeto.
- Isabella hoy salí temprano, cuando acuestes a Noah, puedes irte donde Harper estas libre. - mi tono sale tosco.
Noto que en su mirada que le dolió mi forma de tratarla, ella mira hacia el frente mientras asiente, sin decirme nada. Y yo solo quiero ir donde ella, pedirle disculpa por ser tan duro. Aprieto mis manos tratando de retener el impulso, me repito ES LO CORRECTO. Se que es lo mejor para los dos, ya que nosotros no podríamos ser.
- OK - le digo y salgo en dirección a mi oficina.
Me pongo a revisar unos documentos para estar libre cuando llegue Blue y despierte Noah, pasan alrededor de 30 minutos cuando siento que golpean 3 veces débilmente.
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Mil Besos Tuyos
RomanceIsabella El es un hombre gruñón, 9 años mayor que yo, no cree en el amor y esta comprometido además de ser mi jefe. Pero es demasiado caliente, su cuerpo su cara, la forma en que me mira como si me deseara, solo me hace pensar en saltar arriba suy...