Luca

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Mi jornada de trabajo siempre comenzaba desde las 8:00 hasta las 20:00 hrs. O a veces más tarde.

Pero desde este lunes modifique mi horario, me di cuenta que necesito estar más con mis hijos.

- Buenos Días Luca - entra mi asistente y me deja en unas carpetas en el escritorio.

- Buenos Días Susan, ¿Que tenemos para hoy jueves? - le pregunto mientras reviso las carpetas.

- Hice malabares nuevamente Luca tratando de disminuir todo para que salgas a las 18:00hrs como el resto de la semana. - me dice con un claro tono de queja.

La entiendo totalmente desde el lunes tuvo que disminuir mi jornada de trabajo de 12 horas a 10 horas, para comenzar a llegar más temprano a mi casa.

- Gracias Susan, eres increíble.

- Me alegra en el fondo que bajes la carga laboral Luca y estés más con tu familia, no se que te hizo tomar esa decisión, pero definitivamente es un buena decisión.

La miro con una sonrisa y se me viene a la cabeza Isabella, como ha sido nuestra rutina desde que ella está con nosotros, como a influido en querer estar más en casa.

No puedo dejar de pensar en el día que vimos una película con los niños, como me di el valor para hacerle cariño a ella también, mientras acariciaba la mano de mi pequeño, y a ella no le molesto ya que toda la película dejó su mano bajo la mía.

Tampoco puedo sacar de mi cabeza el día en que le pedí que cenara a diario con nosotros, definitivamente fue una buena decisión, ella encantada me respondió que si. Y tenerla diariamente es algo a lo que me podría acostumbrar fácilmente.

Siento que desde el lunes mi vida con los niños cambió, compartimos más, desde de cenar, vemos una película o jugamos un juego de mesa. Los niños están felices con los cambios, sobretodo verme más horas, ellos lo han adorado.

- Mis pequeños están felices con verme más horas.

- Que bueno Luca. Ahora en 10 minutos comienza tu primera reunión, ¿te mando un café?

- Si, porfavor Susan.

♤♤♤

Por fin mi jornada termino hoy a las 17:30 hrs. eso hace que llegue a las 18:00 hrs. A casa, entro y escucho risas.

Puedo distinguir el sonido de la hermosa risa de mi manzanita. Lo que automáticamente hace mejor mi día.

Camino a la sala de estar y veo sentado junto a Isabella a mi hermano. Liam. Lo cual provoca en mi un disgusto que no me explico debido a que. Los observo, Liam no puede evitar coquetear y hacer que Bella se ría, al parecer al igual que yo le encanta el sonido de su risa. Por que la mira más de lo permitido.

Me aclaro la garganta para que vean que estoy aquí y aparte su mirada de ella.

Liam, Isabella y Mari levantan la vista en mi dirección, pero yo solo busco su mirada y esa sonrisa que se dibuja en su rostro con solo verme. Liam interrumpe lo que sea que pasa cuando nos miramos.

- Hola hermano, vine a verte, ya que no nos hemos encontrado en la oficina esta semana.

- Hola Liam, obviamente no nos vamos a encontrar si tu vas poco y nada por la oficina. - le digo dejando en claro que me doy cuenta que no esta aquí por mi.

- Es que mi trabajo lo puedo hacer perfectamente desde mi casa. - me dice mientras se sienta pasando un brazo por el respaldo de Bella y dejándolo ahí con una sonrisa socarrona.

- Lo que me sorprende es tu visita, ¿es solo para verme?, por que no acostumbras a hacer esto. - le espeto en un tono que sale más molesta de lo debe.

Mil Besos TuyosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora