Esa mañana fue la primera vez en su vida escolar que evita toparse con alguien. Admite a si mismo que no es capaz de afrontar la cara de John por un tiempo, al menos ese día no debería poder ver a sus ojos.
Primero debe obtener respuestas.
Y en la tarde de trabajo, y justo frente a él está la computadora de oficina, puede inmiscuirse entre los archivos rellenos de información ciudadana y tomar lo que necesita.
Solo es cuestión de unos cuantos clics.
"Clases de regularización". Es lo último que lee.
Una vez que conoce su expediente ¿Qué cambia? John sigue siendo un monstruo ante sus ojos. Uno que sufrió mucho y fue orillado a volverse así.
Necesita saberlo, así que lo cita en el tejado de la escuela la mañana siguiente.
Y se detiene por primera vez a ver el rostro, ojeroso y más delgado, puede verlo curvar la espalda y parecer, hasta cierto punto, cansado.
"John, ¿Estás bien? No tienes buena cara".
"Que te importa. Tú te ves aún más terrible".
"Agh". Expresa cruzando sus brazos. "Solo estoy tratando de ser amable, quiero ayudarte". Usa un tono más severo por la irritante actitud de John.
"¿Qué demonios estás buscando conmigo? A ti nunca podría preocuparte nadie que no fueras tú, así que puedes quitar tu cara hipócrita de mierda".
Está a la defensiva y debe ser paciente. Repite en su mente.
"Solo quiero que confíes en mi".
"Confíe en ti una vez y me mostraste cuan doble cara puedes ser".
"Lo siento, realmente fui una terrible persona en aquél entonces". Él no espera que John decida en aceptar o rechazar sus disculpas, como dijo John, pedir perdón no sirve de nada ahora. "Pero necesito saber ¿Qué pasa en las clases de readaptación?".
"¡¿Cómo?!". John de pronto siente que la presión aumenta y la pesadez en él cae como rocas gigantes intentando aplastarlo. Él no le contó de eso a Arlo, no le contó a nadie. "¡¿Cómo sabes sobre eso?!"
Está temblando ¿asustado? ¿puede alguien como él estar asustado como conejo? "¿Est-...". Toca su hombro buscando saber su estado, sin esperar que John golpee su mano para alejarla.
"¡No me toques!". Grita molestándolo. "¡¿Cómo diablos sabes que tomé esas clases?!". John está saliendo de control y Arlo está listo para usar su barrera en dado caso, aunque no ayude mucho en contra de alguien como él. "¡DIME!"
"Hace poco empecé a trabajar para las autoridades... y leí tu expediente".
John queda sorprendido pero su rostro vuelve a llenarse de rabia y lo toma por el cuello de la camisa, típico de él.
"¡Eso es privado, imbécil! ¡Te denunciaré!".
"No habría recurrido a eso si no me hubiera quedado sin alternativas. Algunos estudiantes se metieron en graves problemas y trato de encontrarles una salida".
¿Eso es suficiente para convencer a un tirano? Hoy parece que tiene bastantes preguntas y cada una de ellas se están resolviendo. Pero John parece que también tenía respuestas que él ya tiene. Como los vigilantes.
"¿Hay algo más no es cierto, John?". Arlo no puede evitar insistir cuando John comienza a temblar de nuevo y murmura maldiciones. "¿Qué pasó de verdad allí? ¿Qué fue lo que te hicieron?".
El miedo se torna terror. Su vista comienza a oscurecerse ahogándolo en el nuevo dolor que lo devora. Hay algo, escarbando tan profundo que comienzan a atacarlo los recuerdos vagos.
Sangre.
Tortura.
Golpes.
Gritos.
Llanto.
Risas.
Y de pronto, se quebró.
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La Depresión del Rey | Jarlo
Fanfiction¿Hasta qué punto se puede romper a alguien? ¿Hasta dónde debe llegar para que el resto note sus llamados de auxilio? aquellos silenciosos, disfrazados pero desesperados. Más importante ¿Cómo puede salvarse a alguien tan hundido en la oscuridad como...