Capítulo 14.

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A Arlo no le importa ocultar ya nada, ya todos saben que él se dirige allí durante los almuerzos. Ninguna de sus voces es relevante cuando puede disfrutar de un espacio sin presiones, lo único irritante es el molesto sonido que hace el juego de ravenette, aunque está comenzando a tolerarlo.

Su mirada está en el chico ojeroso, comiendo en bocados grandes que almacena en su boca para poder tocar la pantalla. No está preocupado por ensuciarse o comer de la forma correcta, es solo alguien haciendo lo que hace.

"Desde ese día ya no fuiste a llorar". John deja de mirar su teléfono para encontrarse con la mirada de Ex-Rey, él no sabe porque de repente le está dirigiendo la palabra. "Desde que te dije lo de los dormitorios, no volviste a ir allí".

"Me veías por la ventana como un acosador ¿qué esperabas?" Eso tiene sentido, claro. Pero John no habla molesto, su tono sigue siendo rudo, mas no hay pizca de intenciones asesinas en ella. "Eres un asqueroso pervertido".

Él también pensó eso de sí mismo.

"Supongo que si".

Una risa se escapa de Arlo, para John la rubia oxigenada es el raro hoy.

"¿Te estás burlando de mí, hijo de puta?"

"No es nada".

Pero por supuesto, como tenía que pasar, los nuevos días tranquilos tenían que fastidiarse.

La Depresión del Rey | JarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora