Capítulo 33.

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Safehouse

Repleto de ojos cautelosos, temerosos y esperanzados cuando su antiguo líder llegaba de nuevo a ellos.

Rey de la defensa que los abandonó para estar con Rey de las Sobras.

'¿Las cosas no salieron bien, Arlo?'

'Patético'

'¿No te sientes como un hipócrita?'

'¿Luchar de nuevo contra Jocker?'

No.

Aunque lo recibieron, incluso si intentaron tratarlo como cuando formaba parte de los primeros miembros y tratan de ignorar que es amigo de John, o al menos lo era.

No se sentía como un lugar seguro, pero necesario.

La segunda abertura que necesita cubrir para conocer más de las autoridades, de EMBER, de Spectro.

Y que solo se había detenido por alguien.

'Hipócrita'.

¿Él iba a escucharlo? Ni siquiera habían podido hablar. Recuerda el rostro tremendamente furioso de John, con los ojos ardientes en rabia que lo miraron con tanto desprecio cada vez que sus miradas se cruzaron.

Luego esas gruesas lágrimas que no pudo secar.

"...día en la ciudad o un viaje de fin de semana".

Las palabras de Remi dejan de ser difusas, y Arlo contesta apenas recuperándose del modo automático en el que estaba.

"Parece una buena idea".

"¡Bien, si!". "Entonces, ¡creo que lo haré!"

Sus pasos se detienen.

Ante ellos un lobo de ceño fruncido se impone. Tras él, una hiena azul que mira con diversión.

Observa a Remi tensarse y apretar los puños con enojo.

Puede sentir el sabor amargo envolver su lengua, diciéndole que no hay nada bueno que pueda salir de esa situación, con la amígdala gritándole que hay peligro y su consiente diciéndole que debe mantener la calma.

Apoya su mano sobre el hombro de Remi y hace pasar su cuerpo frente a ella para confrontar al Rey.

"John, ¿qué pasa?". Arlo pregunta, confundido.

"¡¿Qué carajo planeas, Arlo?!".

"¿Disculpa?". Ex King lo mira molesto, confundido por el tono acosador. "¿Y si me das el contexto?".

"¡Te uniste al Refugio, ¿desde cuando estás con ellos?!". Arlo no le contesta, porque no sabe qué decir. "¡Dijiste que no estabas de su parte, pero seguro fue un plan para ver mis puntos débiles! ¡Me traicionaste!"

Se siente herido por sus palabras.

Porque él, de entre todos, tiene que acusarlo de esa manera, incluso cuando le demostró que lo sostiene pese a sus errores continuos.

"Mira". Inicia, sin permitir que la garganta se cierre por la tensión en sus paredes. "Tengo mis propias razones para unirme al Refugio". Arlo le aclara, con la cara en una expresión dolorosa que no puede disimular. "Te aseguro que no tienen nada que ver contigo. No planeo nada".

Sabe que sus palabras no las toma en serio ni ve en ellas la sinceridad cuando un sonido de fastidio sale de sus labios y tras él reproches que lo acuchillan con veneno. Acusándolo sin cesar como si él fiera un usurero.

Él no va a escucharlo y está cansado de este comportamiento de John.

Empuja a Remi hacia adelante y hace que ambos caminen para salir de esa situación.

Con la fuerza disuelta en sus pies y el cansancio en sus ojos se encamina sin intención de mirar atrás. Pero John no lo permite, sujetando su antebrazo y con la misma fuerza aterradora lo jala.

"¡¿CREES QUE ES ASÍ?! ¡DEJARME DE LADO!".

"¡Tu mimo me dijiste que ya no querías verme ¿entonces qué demonios quieres que haga?! ¡¿Vas a culparme por eso también?!". Arlo lo mira con desagrado, pero no pelea por liberarse y en cambio deja que John diga lo que tenga que decir.

"¡MIRAME! ¡TÚ ME HICISTE ESTO! ¡TÚ ME PROMETISTE SALVARME! ¡PEDAZO DE MIERDA! ¡¿Y AHORA QUIERES FINGIR QUE NO PASÓ NADA CUANFO FUISTE TÚ QUIEN INICIÓ TODO ESTO! ¡ES TODO TU CULPA!

"Si, ¡yo inicié todo esto! ¡No puedo deshacerlo y pagué el precio!". Explota. "Me destruiste, me humillaste, tuviste el trono, la escuela ¡Ya lograste todo eso! ¡No te he abandonado, sigo aquí! ¡Nunca te he negado cuando me necesitas, estoy intentando ayudarte con todas mis fuerzas! ¡No puedo darte más!"

"¡No es suficiente!".

"Nunca lo será para ti, nada lo es". Sin ganas de seguir discutiendo aparta la mano mientras John no puede responderle. "Como sea. No tengo nada más que decirte".

Arlo se aleja.

Tras él, cuervo no puede evitar ver la figura de Arlo alejarse.

Arlo lo abandona.

Quiere dejarlo.

"¡VUELVE AQUÍ!"

Lianas se disparan y se enredan en su brazo, está confundido y no sabe o que sucede, solo suelta una queja por el dolor cuando las lianas se aferran a su brazo y aprietan.

"¡John!". Brama.

"¡No dije que podías irte!". Jala.

"¡John, suéltame!".

"¡NO TE IRAS A NINGUN LADO HASTA QUE YO LO DIGA!".

La Depresión del Rey | JarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora