Capítulo 21.

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Arlo y él están en la misma situación, cada uno haciendo sus respectivas cosas mientras comparten el espacio. John está doblando su ropa mientras Arlo está haciendo su tarea.

John parece haberse alojado en poco tiempo en su habitación, desde que se convirtió en Rey no tuvo que compartir dormitorio, como un privilegio. Así que no estuvo seguro los primeros días porque consideraba ese lugar como algo privado y John había sido la primera persona con quien compartió habitación después de eso.

Pero John nunca se mostró muy reacio a compartir el espacio.

Para John está bien, él tiene su propio cuarto del que Bykle se había largado. Ese era un lugar seguro donde podía sentirse miserable sin temer a ser observado, pero ahogarse demasiado allí le traía consecuencias que ni el mismo podía soportar. Estar con su refugio era una manera en la que escapaba de esa oscuridad.

John hacía eso.

Correr con la única persona con la que no le daba miedo ser débil.

John prefería evitar pensarlo, pero para él era habitual que a veces la oscuridad fuera demasiado pesada como para escapar de ella y la pesadez en su pecho se volvía asfixiante.

A veces piensa que simplemente nunca encontrará la salvación, que no hay manera de salir del gran agujero negro en el que está siendo arrastrado sin piedad. Incluso cuando grita de dolor y llora desesperado apenas nunca siente que puede salir de allí, desde hace tiempo que perdió las esperanzas de salir de donde ya estaba muy al fondo y solo se está aferrando a lo que sea que tenga enfrente para no terminar por ahogarse.

Lo piensa muy a menudo.

Demasiado a menudo.

"John".

La voz gruesa de Arlo lo llama, él gira para verlo dándose cuenta que ya no tiene más ropa en las manos y la que había estado ordenando es un desastre.

"¿Qué sucede?". Le pregunta, todavía desorientado.

"Tienes los ojos llorosos". Se impresiona así mismo, sentirse patético desde la mañana era algo habitual en esos días, pero de repente, justo cuando las cosas parecen menos dolorosas, no puede evitar que la tristeza lo mate. "¿Quieres hablar de eso?".

Con la mirada preocupada de Arlo frente suyo, la voz altanera que podía fingir desaparece. Y se deja derrumbar una vez más porque no se había dado cuenta de que estaba conteniendo la respiración. Sus lágrimas bajan y él se siente demasiado frágil como para permanecer de pie. 

La Depresión del Rey | JarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora