Capítulo 28.

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Es...confuso. No puede soportar ver las sombras bajo los ojos de John, soba las heridas y cicatrices que ve en él, sabe de dónde vienen, sabe la propia tortura que se hace John así mismo como un tipo de castigo. Le queda claro la autoestima deplorable y la desesperación que abruma a John.

A veces sentado con la pierna bajando y subiendo, mordiendo sus plumas y frotando sus manos por la ansiedad.

Cada una de las cosas que pensó eran estúpidas, él pensó que nadie puede llegar allí a menos que sea un completo idiota.

Pero tal vez, estuvo equivocado todo el tiempo.

Porque esa preocupación también lo está carcomiendo.

A veces respirar se vuelve pesado y lo único que desea es recostarse y cerrar los ojos para que el mundo se apague.

El cansancio lo está tragando, quitándole las fuerzas y haciéndolo sentir vacío.

Como si las grietas se abrieran.

Cediendo el paso a la desesperanza de la que nunca creyó caer.

"No pude mirarla al rostro. Ya no sé qué hacer, Arlo".

¿Hacer respecto a qué? Arlo no pudo escucharlo por el ruido de sus pensamientos hondos que lo absorbió después de que cuervo se acercara y comenzara a balbucear. Pero los ojos cristalinos de John apuntan hacia él buscando respuestas.

No sabe qué decir, pero puede actuar; atrapa el cuerpo de ravenette en un abrazo protector, lo atrae a su cuerpo buscando consolarlo. Sabe que lo ha conseguido cuando el llanto de John vuelve a oírse despacio.

Pero está bien, mientras pueda contenerlo está bien.

Aunque sienta que desgarra su interior, está bien.

"No te preocupes, no pienses más en ello".

Esas palabras no son para John.

"Arlo, todo es tan jodidamente horrible".

Cuando John le habla, él mismo siente que se está ahogando, pero prometió ayudarlo. Y no le importa recibir mierda de Jocker que deplore su propia salud mental mientras pueda evitar que John termine por morir sin camino atrás.

Arlo todavía puede resistir, todavía puede levantarse. John no, John necesita que lo sujeten.

Y él, puede fingir que está bien para él.

"Todo estará bien".

No son para John, son para él mismo, él también desea ser salvado, desea que alguien le tienda la mano de la misma manera en que lo está haciendo con John. También quiere saborear la ayuda, también quiere que alguien lo sostenga y sea su lugar seguro.

Pero no hay nadie.

Nadie quiere ayudarlo y él no es lo suficientemente valiente para pedirlo.

Nadie va a salvarlo.

Así que vuelve su mirada a John.

Si salva a John entonces...

¿Qué sucederá con él?

La Depresión del Rey - JarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora