Capítulo 15.

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"...o puedo hacerlo. Cada vez que veo sus rostros no puedo controlarme, odio cuando me miran, cuando me juzgan...y todo eso se vuelve todo".

"Ey" Arlo lo saca, antes de John siga hundiéndose en su discusión interna. "No pienses tanto, te vas a lastimar".

John, que había estado apretando los puños de repente deja de hacerlo.

"¿Entonces? No voy a permitir que todos esos estúpi-"

"¿Y golpearas a cada uno de ellos?". Lo interrumpe, fastidiado por esa terquedad que no suelta su Rey. "Escucha, Si ya sabes como se siente entonces ¿Por qué estás haciendo lo mismo?

"¿Y por qué ellos sí y yo no? ¡Ah!". De repente, el tono doloroso de su Rey se vuelca agresivo, apretando los puños con furia. "Ellos abusan de los débiles, pero cuando son ellos los que ahora están en problemas es cuando consideran Wellston como una amenaza".

Esta actitud rehacía lo ha estado consumiendo desde hace media hora, John hostigándolo con su terquedad vengativa. Arlo puede sentir la tensión en sí mismo, subiendo la adrenalina por sus venas cuando la chispa en los ojos de John aparece de repente.

"No te engañes, porque ni siquiera ahora los rangos bajos tienen paz, al contrario. Todos en la escuela están en la misma situación. La jerarquía funciona aquí y en la sociedad, está allí para mantener el orden, ¿Cuál orden tienes ahora?"

"Tú guardia silencio pedazo de basura ¡Tú y tu puta jerarquía de mierda se pueden ir al demonio!". Jocker se acerca peligrosamente, apuntándolo como si quisiera enterrar su dedo en su pecho. "No puedes saber nada porque siempre has mirado sobre tu trono".

"Si lo hice. Nunca me interesó mirar nada más que la punta de la pirámide. Lo sé John, sé que he estado en un error durante mucho tiempo, no tienes que repetírmelo".

"¡Pues no parece! ¡Sigues compadeciéndote de todos esos pendejos!".

"Tú estás compadeciéndote de ti. Te basas en tu absurda venganza para joder a todo mundo solo porque a ti te cagaron, si ¡Yo lo hice!". Hace mucho que no tenía un arrebato, un Rey de la defensa que no pudo defenderse, porque fue cegado por la ira y la ira no debe ser de un Rey de la defensa, Arlo no debe cegarse, pero está pasando. "¡Ya te pedí perdón ¿Qué más quieres, maldita sea?!".

Un brillo explota de repente en su cara, cuando ha caído en cuenta, está tumbado. John le ha dado un puñetazo y la adrenalina y la rabia en su sistema bajan de repente.

"Bien, me largo". Arlo se levanta y comienza a caminar, ignora los ojos llorosos y atónitos de John, aunque los vio, él no quiere permanecer en ellos. "Resuelve tú solo tus problemas".

La Depresión del Rey | JarloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora