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Sólo lo veía morderse los labios, le molestaba el hecho de que estuviese ahí coqueteándole, cuando tenía novio.

Podía ama... ¡Gustarle!

Eso, podía gustarle lo que fuera, pero no se iba a dejar llevar sólo por eso, si sabía que el chico no iba nada en serio con él.

—¿Y tu novia? —lo vio sonreír, parecía estar burlándose de él y de su novia inexistente.

—Está en casa.

—¿En casa? —bufó— Chan, tú no vas a tu casa durante seis meses seguidos, qué hace ella sola.

—Pensar en mí, en lo perfecto que soy y en lo mucho que la hago gritar... 

El pelirosa se quedó en silencio.

Llevaban así ya casi cuatro años, definitivamente ya su adolescencia estaba en el punto exacto donde sus hormonas se alteraban y, recordando que él había tenido varias situaciones "bochornosas" con Felix, no dudaba que el rizado también lo pasara con alguien más.

Sobre todo, porque era un chico que siempre estaba rodeado de personitas que lo admiraban por ser el "sexy" de la escuela. 

Era claro, tenía un buen cuerpo, un lindo rostro y además, una sonrisa angelical.

De cualquier forma, le molestaba demasiado que de verdad pudiese estar con alguien más.

Soló se quedó mirándolo en silencio, ignorando cada sonido del ambiente exterior a ellos. Y de pronto comenzó a acercarse, viéndolo ponerse nervioso.

Cuando estuvo a punto de tocar sus labios, el rizado lo detuvo, dándole un golpe en la frente.

—¡Ay! —se quejó llevando sus manos al área dañada—¿Por qué hiciste eso?

El chico se encogió de hombros, con una sonrisa triunfal.

—Es divertido —admitió, aunque muy bien sabía que esa no era ninguna excusa, simplemente no quería que lo besara—. Hyunjin, ¿Dónde está tu novio?

 —¿Felix bebé precioso, hermoso, perfecto? —el chico rodó los ojos, quedándose en silencio, haciéndolo a él reír— No lo sé, debe estar recuperándose de lo de anoche.

Chan comenzó a reír fuertemente, tragando su agua al casi ahogarse.

Había sido muy divertido lo que había escuchado, y estaba seguro que Hyunjin quería transformarlo en algo sexual, creyendo que él no sabía lo que había sucedido, sólo para no quedarse atrás.

—¿Hablas de que le diste en las bolas con el balón?

—¿De qué ha-hablas? —su rostro se había vuelto rojo, aquel momento había sido tan tonto que le daba vergüenza el siquiera pensar que los había visto.

—Ayer en la noche estaba en psicología y te ví practicando los tiros con él, luego ví como lo pateaste y escuché el grito —le comentó entre risas—. Fue tan divertido escuchar a la doctora regañarme.

El pelirosa, molesto y avergonzado por su risa incontrolable, se puso de pie y con las manos empuñadas soltó:

—¡Es más divertido escucharte decir mi nombre dormido y saber que has tenido sueños húmedos!

Y de nuevo, Chan comenzó a ahogarse y, mientras tosía lo veía alejarse con prisa.

¡Carajo!

Eso sí que era mucho más vergonzoso.

(...)

Hyunjin comenzó a reír, escuchando en el altavoz a su amigo decir un montón de estupideces y hacer sonidos extremadamente raros.

●•◦★𝐄𝐧𝐬éñ𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 // 𝐌𝐢𝐧𝐛𝐢n, 𝐌𝐢𝐧𝐥𝐢𝐱 ★●•◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora