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3... 2.... 1....

Minho sonrió mirando a Hyunjin abrazado de su novio.

La verdad es que le agradaba verlos tan amigos como siempre, y más aún, porque su sobrino había pedido disculpas al rubio por todo lo dicho días atrás.

Aquel era un gran avance.

Lo que no entendía para nada y tampoco le gustaba, eran los bufidos de Changbin y sus susurros con palabras o frases como: hipócrita, sólo piensa en él, no lo hace por ustedes, pura conveniencia, etcétera. 

¿Qué trataba de decir con todo eso?

De cualquier manera, intentó no darle mucha importancia y sólo disfrutó de la cercanía de las dos personitas que actualmente quería tener muy cerca suyo.

-Hyunjin, mañana me voy a LA por la mañana -mencionó y el pelirosa lo miró atento, dejando de jugar con el otro chico-. Vamos a ir por el boleto, ¿Quieren acompañarnos? Podemos cenar fuera.

El chico miró a su esposo con una leve sonrisa y los ojos entrecerrados, quien al momento soltó un nuevo bufido y se levantó con todo y su tazón de palomitas.

-Yo no.

-Pero Binni... -habló el chico, y el pelinegro negó-, podemos distraernos un poco, no hemos salido juntos últimamente.

-Yo no quiero -repitió con malestia-, vete tú si quieres, me da igual.

Y se fue hacia una de las habitaciones de huéspedes a tirarse sobre la cama a ver televisión. 

Felix miró con pena al pelirosa y apretó su mano, llamando su atención y haciéndole cambiar su expresión confundida por una sonrisa.

-¿Vienes, entonces?

Asintió levantándose.

-Sólo voy a cambiarme y vamos.

Esperarlo, diciéndose cosas tremendamente cursis les adelantó el tiempo y, en un momento ya estaban saliendo de la casa, sin despedirse de Changbin.

Al llegar a la plaza, primero compraron el boleto y luego se fueron a un pequeño restaurante ahí mismo. 

Mientras esperaban su comida, Hyunjin miró con detenimiento a su tío, que parecía concentrado en las manos de Felix y, dudoso, aclaró su garganta, haciendo que ambos lo miraran.

-Tío, Changbin no quiere que te diga la noticia porque según él, al final todo podría salir mal -el castaño asintió, esperando que siguiera hablando-. Yo quiero decirte, tú más que nadie sabes que mis secretos y cada cosa que hago son conocidos primero por tí, y aunque esta vez no, igual quiero que lo sepas -miró a Felix y se corrigió-. Que lo sepan.

-¿Y qué es?

-La otra vez que le dejaste las cosas a Changbin, decidimos que queremos ser padres -el rostro del castaño se descompuso, ¡jodida suerte y jodido amor!,
aquel que el pelinegro le juraba aquel día se podía ir por un tubo, si a las horas de decirle tal cosa ya estaban tomando una decisión al-. Nos hicimos el exámen de compatibilidad al día siguiente y los resultados los entregan la próxima semana.

Los chicos sólo le felicitaron, pero aún con el rato no le vieron feliz, aunque ya había contado su gran noticia, entonces el rubio se atrevió a detener su comida y preguntarle:

-¿Los dos tomaron esa decisión o sólo..? -antes de terminar, el chico asintió y Felix calló- ¿Por qué no pareces feliz, entonces?

-Le pregunté si le había dicho la noticia a su familia y me dijo que no, así que me aseguró que iríamos después, pero no me dio una fecha exacta -suspiró con molestia-. No sé, siento que se avergüenza de mí o algo, y por eso no quiere que los conozca.

●•◦★𝐄𝐧𝐬éñ𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 // 𝐌𝐢𝐧𝐛𝐢n, 𝐌𝐢𝐧𝐥𝐢𝐱 ★●•◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora