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(Contenido sensible) 😖🚫

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Empecemos.....
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El hombre lo miraba con una enorme sonrisa, pero para nada le daba confianza, más bien le hacía nunca querer salir detrás del mueble.

Sólo se veía uno de sus ojitos, cuando estaba asomado.

Y aquel tipo parecía divertido con verlo así, asustado de él y "escondido" para que no lo encontrara, cuando claramente sabía donde estaba.

Pero le encantaba jugar con él, y con sus nervios.

-Minho ven acá... -caminó por la habitación, fingiendo no verlo y de reojo notó como sacudía su cabeza en negativa mientras buscaba hacerse aún más pequeño, así que sonrió aún más, vaya inocencia la que tenía el niño- ¡Te encontré!

Se dio la vuelta sobre él, asiendo al pequeño saltar asustado, y antes de que saliera corriendo, lo tomó del bracito, tirándolo fuertemente hacia él.

-No, papi, no quiero -se quejó el castaño girando el rostro cuando el hombre se acercó a él, porque le daba asco el simple hecho de sentir su respiración-. Hoy no quiero jugar...

-A ti te gusta jugar -recordó y el niño negó, porque sí, claro que lo hacía, pero no de la forma en que su padre jugaba-. Vamos, te gustará.

-No papá...

Sus manitas intentaban empujar el pecho del asqueroso hombre que cada vez se acercaba más a él, pero era obvio que jamás podría lograr mantenerlo lejos suyo, porque no tenía la suficiente fuerza.

Soló deseaba que su hermano llegase en ese momento.

Que lo salvara.

Pero no pasó

Y supo que volvería a suceder, cuando luego de algún rato, sus piernas eran acariciadas con lentitud, y los ojos de aquel monstruo parecían brillantes de tanta maldad.

Ya no lo veía como su padre, sino como un ser sombrío.

Y por más que lloró y rogó, no lo dejó.

Y todo pasó, repitiéndose por años sin poder hacer ni decir nada, hasta que su hermano lo metió al internado donde estaba su hijo mayor, para que se cuidasen mutuamente.

Y aún el primer día de clases, su padre le había despedido de aquella manera, porque ya no volverían a verse quizá en seis meses y mucho más.

-Pequeño, ¿estás bien? -escuchó tras él y se secó las lágrimas, cuando se giró, tuvo el placer de encontrarse con la cosa más bella de su vida- ¿Te puedo ayudar?

-¿Puedes borrar los recuerdos? -el chico negó- Entonces no.

-No puedo borrarlos, pero puedo ayudarte a dejarlos a un lado  -sonrió, encantándolo al instante-,y hacer nuevos y lindos para el futuro. ¿Quieres?

-Quiero -aceptó tendiendo la mano como saludo, la cual el chico ignoró y terminó por abrazarlo con fuerza, haciéndolo sonreír también-. Soy Minho.

-Y yo Changbin.

Suspiró, su nombre era tan bonito como él.

Desde entonces, el pelinegro fue su salvación.

Pero no sabía que en casa, al no estar él, alguien era la nueva víctima de su estúpido pad... El maldito señor Lee.

(....)

Abrió la puerta con vergüenza, porque estaba tan lleno de mermelada por culpa de su novio, que hasta su gorrito de cocina estaba pegado con su cabello.

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●•◦★𝐄𝐧𝐬éñ𝐚𝐦𝐞 𝐚 𝐀𝐦𝐚𝐫𝐭𝐞 // 𝐌𝐢𝐧𝐛𝐢n, 𝐌𝐢𝐧𝐥𝐢𝐱 ★●•◦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora