°EL ERROR°

Lo tienes delante.

~Narra Jungkook~

— Tch. — gruño con ira mientras me quito los lentes y froto mis cansados ojos.

Cuatro AM, ocho horas sentado frente al computador y aún no puedo terminar ni siquiera seis hojas. Esta tesis es un verdadero dolor de huevos...

Decido apagar la computadora, no sin antes guardar el documento porque, enojado pero no estúpido. Salgo de la oficina en dirección a la cocina para buscar un aperitivo.

En mi trayecto, me detengo para ver a mi hermoso novio dormir plácidamente en nuestra cama. Con la calefacción puesta para escapar del frío y luciendo su nuevo tinte de cabello color rubio, no hay otra cosa que me tranquilice más que verlo feliz y cómodo.

Entro a la habitación para cubrirlo un poco más con la sábana y me abstengo de besar su mejilla para no despertarlo. Entonces regreso a mi misión principal, que es comer algo.

Suspiro agotado mientras abro el refrigerador, buscando algo para picar. Tomo unos Mochis que mi Mochi había comprado hace poco mientras me cuestiono en qué momento de mi vida me volví una criatura nocturna.

Todo es culpa de esa tesis... De no ser por ella, en este momento estuviera durmiendo con Jimin entre mis brazos.

¿Reconocimiento y neutralización de los componentes tóxicos de tres tipos de serpientes europeas? ¿Antídotos y desencadenantes? Ni siquiera te interesa ese tema. Lo escribes porque es el tema de moda en genética. Y aquí vamos, la vocecita de turno taladrando mi cabeza con sus quejas.

— Claro que me gusta. — afirmo mientras le doy una mordida al mochi rosa.

A mí no puedes mentirme, Jungkook. Te conozco tan bien que podría ser tu madre.

— ¿Podrías, por favor, no poner esa imagen en mi cabeza? — casi quiero vomitar el mochi.

Deja de mentirte a ti mismo y forzarte a escribir un tema del que definitivamente no tienes ni mínimo interés solo para llamar la atención de los docentes.

— Bueno, Einstein, ¿Tienes alguna mejor idea? Dime, porque estoy muy interesado en escucharte.

No responde. Bufo con gracia mientras sigo comiendo.

Termino de comer, dejo apenas la mitad del postre en el plato y lo devuelvo al refrigerador.

Entro sigilosamente a la habitación y, tal como entro, me meto entre las sábanas y lo abrazo por detrás.

— Mhm... — se queja el Omega. — ¿Jungkook?

— Perdón, ¿Te desperté?~ — beso su frente y el pequeño alza sus labios mientras gira su rostro para verme, entiendo rápidamente y le doy un beso en los labios.

— ¿Qué horas son...? — pregunta desorientado mientras busca con la vista su celular.

— Falta un rato hasta que suene tu alarma. Vuelve a dormir, querido~ — rodeo por completo su cintura mientras me acurruco en la cama, obligandolo a hacer lo mismo.

— Mhm~ — acaricia mis manos con somnolencia. — Te amo...

No puedo evitar sonreír. Meto mi sonrojado rostro en su nuca para esconder mi vergüenza.