Nació para ello.

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~Narra Jeon J.~

TaeHyung expulsa el humo del cigarrillo después de una larga calada, incluso sale por su nariz. Saborea el humo mientras mira la marca de la cajetilla.

— Es buena. — halaga el Alfa y yo asiento.

— Me gusta porque el olor no es fuerte. — añado, y él levanta una ceja con escepticismo.

Decidimos salir a la parte trasera del bar, dónde nunca hay nadie y la brisa es tan fría que me congela los huesos. Me veo obligado a cerrar por completo el cierre de mi chamarra.

— No sabía que fumabas. — hace la observación mientras me devuelve la caja.

— Solo cuando me ahogo en el abismo de mis problemas. — dramatizo, saco un cigarro y lo prendo. Expulso el humo ni bien lo calo y dejo que el frío viento se lo lleve.

— Bienvenido al barco. — dice él, golpeando el cigarrillo y dejando caer la ceniza en el piso.

Una parte de mi aun quiere darle una paliza cada que veo su cara, pero cuando veo sus ojos rotos y sin brillo, me doy cuenta que estaría golpeando a otra persona completamente diferente a la que conocí.

Tenemos muchas conversaciones pendientes y aún así, aquí estamos, hablando sobre cigarrillos.

— Ustedes dos lo están haciendo bien. — apremia y sus palabras me confunden. — Puedo sentir el fuerte vínculo que construyeron mientras no estaba. Es realmente tranquilizador saber que Jimin es feliz con alguien más.

No es verdad, eso no es lo que siente. Puedo ver como le cuesta mantener esa sonrisa de cartón. Es más que obvio que aún tiene sentimientos por Jimin, pero no voy a hacer un drama de eso. Estamos hablando de Jimin, después de todo, para cualquiera sería difícil dejarlo ir.

— Dame tu número de teléfono. — le ordeno.

— ¿Que?

— Dame tu número, sé que cambiaste de celular. — sé que lo cambio porque cuando Jimin lo llama, ni siquiera recibe la llamada. — No es conmigo con quién deberías resolver las cosas. Hay otra persona que estaría muy feliz de quedar contigo para hablar.

Al comprender lo que quiero decir, me mira dudoso, y tímido me entrega su teléfono. Mientras registro su número, lo miro de reojo y puedo notar que está nervioso, no sabe dónde meter sus temblorosas manos.

— Gracias... — su tono es un hilo de voz mientras toma de regreso su celular. — Pero te equivocas en algo. Tengo mucho que decirte, no me alcanza el diccionario coreano para expresar lo arrepentido que me siento por haberte causado tantos problemas.

— TaeHyung, no~no hace falta que~

— Déjame terminar. Por favor. Yo sé que esto no lo disfrutas y~y yo tampoco lo hago, pero... Al menos dame la oportunidad de que mi alma tenga paz consigo misma... — el cigarrillo en su mano se consumió por completo, tan solo le dió una calada. El Alfa deja caer la colilla y lo apaga con su zapato. — Si tengo que arder en el infierno como penitencia por todo lo que les hice, estoy de acuerdo, lo acepto. Pero mi conciencia necesita redimirse.

No quería llegar a este incómodo momento, mi cabeza aún no puede procesar que la persona que más odie a lo largo de mi vida está parada frente a mi rogando la oportunidad de disculparse, aún sabiendo que no le voy a conceder un perdón honesto.

°EL ERROR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora