Estaremos bien.

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~Narra Mimi~

— ¡Uno, dos, tres, cuatro, cinco! ¡Vamos, chicos! ¡Uno, dos... No pierdan el ritmo! — la maestra chasquea los dedos al ritmo de la música mientras camina por el salón, observando cada uno de nuestros movimientos.

— Carajo... — Soomin lucha contra un calambre en su gemelo izquierdo mientras mantiene la pose; yo lucho contra el ataque de risa.

— ¡Cambio! — grita la docente y todos cambiamos de lugar con otro compañero en un suave movimiento. — ¡Muy bien! ¡Cinco, seis, siete, ocho!

— ¡Mierda! — Yoshino pierde el equilibrio y cae de espaldas al piso. Toda la clase se detiene.

— ¡Lee, el lenguaje! — lo reprende la maestra.

— Lo siento, señorita Han... — se disculpa mi amigo mientras yo le tiendo la mano para ofrecerle ayuda. — Estoy tan celoso de ti, Jiminie Hyung.

— ¿Celoso? ¿Por qué? Jajaja. — cubro mi boca mientras me río avergonzado.

— Ha, no te hagas el humilde. Es porque eres perfecto en el baile. Yo tengo dos pies izquierdos. — se sacude Yoshino.

— Nada de eso. Todos somos buenos~ — intento convencerlo.

— ¡Deja de menospreciarte! ¡Me molesta! Eres el mejor de la clase, Hyung. ¡Señorita Han, dígale la verdad! — me apunta Kim Gyomn acusativamente mientras mira a la maestra.

La docente, por el contrario, solamente se ríe y sigue corrigiendo a un par de alumnos del otro lado del aula.

— Jimin Hyung, ¿Puedes explicarme el paso del que te hablé? — se acerca Jux tímidamente.

— Claro, solo sígueme. — cruzo mis piernas y me paro de puntillas con las rodillas flexionadas. Nuevo mis caderas de izquierda a derecha. — Tan solo es cuestión de equilibrio. No te olvides del movimiento de caderas.

— Jiminie Hyung es tan perfecto~~ — finge llorar Gyomn mientras me mira.

— Basta, Gyomn. — me río. Jux intenta realizar la pose pero tropieza un poco, me apresuro a tomarlo de la muñeca para sostenerlo. — Ten cuidado. No queremos que te lastimes.

— ¡Jiminie Hyung, cásate conmigo! — fangirlea Gyomn, me abraza por detrás y me sacude felizmente.

— Gyomn, ya basta. Deja de molestarlo. — Yoshino gruñe he intenta separarme de mi adorable secuestrador. Gyomn se rehúsa y me abraza más fuerte.

— Estoy bien, no me abraza muy fuerte~ ¡Ah! — a mitad de mi frase siento un dolor intenso y agudo a un costado de mi abdomen que me hace encojerme.

Gyomn me suelta asustado, pensando que me lastimó. Yo simplemente abrazo mi estómago y caigo de rodillas al suelo. El dolor es tan intenso que me hace temblar, parecido a un calambre abdominal, arrugo la tela de mi camiseta queriendo deshacerme del insufrible dolor.

— ¡Te dije que lo soltaras! ¡Lo lastimaste! — regaña Yoshino.

— N~no fue mi intención. Lo siento, Hyung... — el Omega se arrodilla frente a mi he intenta averiguar que me sucede. — ¿Te hice daño? Déjame ver...

°EL ERROR°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora