Capítulo 19

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GABRIELA

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GABRIELA.

Suspiré con cansancio, palmeando la espalda de Blaz, acompañándolo mientras no deja de devolver todo lo que bebió ¿Es que nadie le enseñó sobre límites? ¿Nadie le dijo que no se bebe sin comer? Estúpido abogado.

— Dime la verdad, mujer ¿Sí me quieres o fingías tolerarme? Era un buen cuñado ¿No?

Sigue arrastrando las palabras, está ebrio hasta el culo, ya veo por qué Leone se la pasa cuidándolo, es un idiota sin conocimientos sobre autocuidado.

— Sí te quiero, tú lo dijiste, seremos familia ¿No? — tomando papel higiénico para limpiarle la boca, estirándome para tirar la cadena— No fingí esa parte, me acerqué para cumplir mis objetivos, pero me encariñé —sonriéndole— Por eso te odié hoy, me hirió que no confiaras ni una pizca en mí.

Estuvo por responder cuando volvió a doblarse y las arcadas lo persiguieron, vomitando otra vez, sujetándome de la camiseta para que no me fuera, y digamos que ver a alguien devolver lo que tiene en el estómago no es para nada agradable, menos si parte de eso me salpicó la ropa, si continua, vomitaré con él.

— Fue por Leo... — se las arregló para decir— Alguien tiene que cuidar a Leo, yo no dudé de ti, pero tenía que demostrarle que mi lealtad estaba de su parte, ese marcador, el móvil, el nombre... todo estaba en tu contra y yo tenía que decirle, Leo tiene Pisantrofobia, no confía en Emilia ni en mí, siempre le doy razones para confirmarle que jamás le daré la espalda sea quién sea quién esté al otro lado, y hoy confirmaste dos cosas, Gabriela, que yo jamás le fallaría, y que tú harías lo que sea por salvarlo, te estoy agradecido.

Le limpié la boca por segunda vez, entendiendo sus razones, si Leone desconfía incluso de su propia sangre, sería normal que Blaz buscara confirmarle que jamás le dará la espalda, y a la vez, me ayudó a demostrar que yo soy fiel a mis principios... y a él.

— Me dolió todo lo que dijiste después de salir de la compañía— tirando la cadena, viendo que no a soltado mi camiseta— ¿No podías sólo preguntarme hasta dónde mentí?

— Tenía miedo — admitió— Miedo de que dijeras que fue todo mentira y que jamás compartirías con alguien como Emilia o cómo yo — suspiró— Yo sé que mi hermanita es complicada, es muy mimada y su ego rivaliza con el de Leone, y sé que yo no tengo nada para ofrecer, soy muy buen abogado, pero no tengo habilidades sociales o de comunicación, yo tuve una... buena infancia por lo general, sin golpes ni maltratos gracias al sacrificio de Leo, pero nunca tuve amigos, tampoco novia, porque ser hermanastro de Leone también trae contras, entonces... cuando te conocí y vi que lo querías, que querías quedarte con nosotros, vi una potencial amiga y me sentí muy feliz porque serías la primera amiga que he hecho en toda la vida, así que... no quería perder eso, estaba asustado.

¿Cuánto bebió? Apenas terminó de hablar, las arcadas comenzaron de nuevo y se abrazó al inodoro para seguir devolviendo el contenido de su estómago, no pude hacer más que acariciar su espalda y reír bajo al ver que tira con más fuerza de mi camiseta, como si tuviera miedo de que me fuera, eso fue adorable.

El engaño perfecto +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora