3

92 11 1
                                    

Seis Meses Después


—Oh.

Eso es todo lo que dice.

Mi madre se vuelve y evalúa el edificio, pasando un dedo sobre el alféizar de la ventana al lado de ella. Toma una capa de polvo y la limpia entre los dedos.

—Es...

—Necesita mucho trabajo, lo sé —interrumpo. Señalo las ventanas detrás de ella—. Pero mira el frente. Tiene potencial.

Repasa las ventanas, asintiendo. Emite ese sonido que hace a veces con la parte posterior de la garganta, cuando está de acuerdo con un pequeño "ajá", pero sus labios permanecen tensos. Eso significa que en realidad no está de acuerdo. Y hace ese sonido. Dos veces.

Dejo caer los brazos en derrota. —¿Crees que esto fue estúpido?

Niega ligeramente con la cabeza. —Todo eso depende de cómo resulte, Katniss —dice. El edificio solía albergar un restaurante y aún se encontraba lleno de mesas y sillas antiguas. Mi madre se acerca a una mesa cercana y saca una de las sillas para tomar asiento—. Si las cosas funcionan, y tu tienda de flores es exitosa, entonces la gente dirá que fue una decisión de negocios valiente, audaz, inteligente. Pero si falla y pierdes toda tu herencia...

—Entonces la gente dirá que fue una decisión de negocios estúpida.

Se encoge de hombros. —Así es como funciona. Te especializaste en negocios, lo sabes. —Mira lentamente alrededor de la habitación, como si viera la forma en que se verá dentro de un mes—. Solo asegúrate de que sea valiente y audaz, Katniss.

Sonrío. Puedo aceptar eso. —No puedo creer que lo compré sin preguntarte primero —digo, tomando asiento en la mesa.

—Eres adulta. Es tu derecho —dice, pero puedo escuchar un rastro de decepción. Creo que se siente incluso más sola ahora que la necesito cada vez menos. Han pasado seis meses desde que murió mi padre, y aunque él no era buena compañía, ha de ser extraño para ella, estar sola. Consiguió trabajo en una de las escuelas primarias, por lo que terminó mudándose aquí. Eligió un pequeño suburbio en las afueras de Boston. Compró una casa linda de dos dormitorios en un tope de calle, con un enorme patio. Sueño con plantar un jardín allí, pero eso requeriría cuidado diario. Mi límite es una visita a la semana. A veces dos.

—¿Qué harás con toda esta basura? —pregunta.

Tiene razón. Hay mucha basura. Tomará una eternidad limpiar este lugar. —No tengo idea. Creo que estaré rompiéndome la espalda por un tiempo antes de poder pensar en decorar.

—¿Cuándo fue tu último día en la empresa de mercadotecnia?

Sonrío. —Ayer.

Lanza un suspiro, y luego niega con la cabeza. —Oh, Katniss. Desde luego, espero que esto funcione a tu favor.

Las dos empezamos a ponernos de pie cuando la puerta se abre. Hay estantes en el camino a la puerta, así que inclino la cabeza hacia un lado y veo a una mujer entrar. Sus ojos exploran brevemente la habitación hasta que me ve.

—Hola —dice, ondeando la mano.

Es linda. Viste bien, pero lleva puestos capris blancos. Un desastre en espera de suceder en este depósito de polvo.

—¿Puedo ayudarte?

Mete su bolso bajo el brazo y camina hacia mí, extendiendo la mano. —Soy Madge —dice. Sacudo su mano.

—Katniss.

Señala con un pulgar por encima del hombro. —¿Hay un cartel de se necesita ayuda en el frente?

Terminamos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora