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—¿Qué voy a hacer con tres asientos de auto?

Estoy sentada en el sofá de Madge, mirando todas las cosas. Me hizo un té de canastilla hoy. Vino mi madre. Incluso la madre de Gale voló hasta acá, pero se encuentra en la habitación de invitados durmiendo por el cambio de horario. Las chicas de la florería vinieron y unos amigos de mi antiguo trabajo. Incluso Devin llegó. En realidad, fue muy divertido, a pesar de que he estado temiéndolo durante las últimas semanas.

—Es por eso te dije que iniciaras un registro, así ninguno de los regalos estaría duplicado —dice Madge.

Suspiro. —Creo que puedo hacer que mamá regrese los suyos. Ya me compró suficientes cosas.

Me pongo de pie y empiezo a reunir todos los obsequios. Tom ya dijo que me ayudaría a llevarlos a mi apartamento, así que Madge me ayuda a guardar todo dentro de bolsas de basura. Las mantengo abiertas mientras recoge todo del suelo. Estoy de casi treinta semanas de embarazo ahora, por lo que no consigue el trabajo más fácil de mantener la bolsa abierta.

Tenemos todo guardado y Tom se encuentra en su segundo viaje a mi apartamento cuando abro la puerta principal de Madge, lista para arrastrar una bolsa de basura llena de regalos al ascensor. Para lo que no estoy lista es para Gale, que se encuentra de pie al otro lado de la puerta mirándome. Ambos parecemos igual de sorprendidos de vernos, teniendo en cuenta que no hemos hablado desde nuestra discusión hace tres meses.

Sin embargo, este encuentro tenía que ocurrir. No puedo ser la mejor amiga de la hermana de mi marido y vivir en el mismo edificio que él sin encontrármelo eventualmente.

Estoy segura que sabía que iba a tener la fiesta hoy, ya que su madre voló debido a eso, pero todavía se ve un poco sorprendido cuando ve todas las cosas detrás de mí. Hace que me pregunte si el que apareciera justo cuando me voy es una coincidencia o una adecuada conveniencia. Baja la vista a la bolsa de basura que sostengo y me la quita de las manos. —Déjame llevar esto.

Se lo permito. Toma esa bolsa y otra más para bajarlas al apartamento mientras recojo mis cosas. Él y Tom regresan cuando me preparo para irme.

Gale agarra la última bolsa de cosas y comienza a dirigirse hacia la puerta de nuevo. Estoy siguiéndolo cuando Tom me da una mirada silenciosa, preguntándome si estoy bien con que Gale baje conmigo. Asiento. No puedo seguir evitándolo para siempre, por lo que ahora es tan buen momento como cualquier otro para discutir hacia dónde vamos desde aquí.

Hay sólo unos pocos pisos entre el apartamento de ellos y el mío, pero el viaje en ascensor con Gale se siente como el más largo que he tenido jamás. Lo atrapo mirando mi estómago un par de veces y eso me hace pensar en lo que debe sentir, al pasar tres meses sin verme embarazada.

La puerta de mi apartamento está desbloqueada, así que la empujo para abrirla y me sigue. Lleva lo último a la habitación del bebé y puedo oírlo mover las cosas, abriendo las cajas. Me quedo en la cocina y limpio cosas que ni siquiera necesitan limpieza. Mi corazón está en mi garganta, sabiendo que se encuentra en mi apartamento. No le temo en este momento. Me siento nerviosa. Quería estar más preparada para esta conversación porque odio completamente la confrontación. Pero sé que necesitamos discutir sobre el bebé y nuestro futuro. Es sólo que no quiero hacerlo. No todavía, de todos modos.

Camina por el pasillo hasta la cocina. Lo atrapo mirando mi estómago de nuevo. Aparta la mirada con la misma rapidez. —¿Quieres que arme la cuna mientras estoy aquí?

Probablemente debería decir que no, pero es mitad responsable por el niño que crece dentro de mí. Si va a ofrecer trabajo físico, voy a aceptarlo, sin importar cuán enojada sigo con él. —Sí. Eso sería de gran ayuda.

Terminamos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora