Traté de salvar mi teléfono anoche antes de dormirme, pero no tenía salvación. Quedó en dos piezas completamente separadas. Programé mi alarma así podía levantarme temprano y pasar por la tienda para comprar uno nuevo camino al trabajo.
Mi cara no luce tan mal como temía que lo haría. Por supuesto, no es algo que podría ocultar de Madge, pero ni siquiera voy a tratar de hacerlo. Parto mi cabello hacia un lado para cubrir la mayor parte del vendaje que Gale había colocado sobre mi ojo. Lo único visible de anoche es el corte en mi labio.
Y el chupetón que me dio en mi cuello.
Puta ironía en su mejor momento.
Agarro mi cartera y abro la puerta delantera. Me detengo cuando veo al bulto en mis pies.
Se mueve.
Me toma varios segundos antes de darme cuenta que de hecho es Gale. ¿Durmió aquí afuera?
Se pone de pie tan pronto como se da cuenta que he abierto la puerta. Se halla delante de mí, ojos suplicantes, manos gentiles en mis mejillas. Labios en mi boca. —Lo siento, lo siento, lo siento.
Me echo hacia atrás y desplazó mis ojos sobre él. ¿Durmió aquí afuera?
Doy un paso fuera de mi apartamento y cierro mi puerta. Camino calmadamente junto a él y bajo las escaleras. Me sigue todo el camino hasta mi carro, rogándome que hable con él.
No lo hago.
Me voy.
***
Una hora después tengo un nuevo teléfono en mis manos. Estoy sentada en mi carro en la tienda de teléfonos cuando lo prendo. Observo la pantalla mientras aparecen setenta mensajes. Todos de Madge.
Supongo que tendría sentido que Gale no me llamara anoche, ya que él sabía en qué estado se encontraba mi teléfono.
Empiezo a abrir un mensaje de texto cuando mi teléfono comienza a sonar. Es Madge.
—¿Hola?
Suspira pesadamente, y luego—: ¡Katniss! ¿Qué demonios está pasando? Oh Dios mío, no puedes hacerme esto, ¡estoy embarazada!
Enciendo mi carro y coloco el teléfono con modo Bluetooh mientras manejo hacia la tienda. Madge está libre hoy. Solo le quedan unos cuantos días antes de empezar su permiso de maternidad.
—Estoy bien —le digo—. Gale está bien. Peleamos. Siento no poder llamarte, él me rompió el teléfono.
Está en silencio por un momento, y luego—: ¿Hizo qué? ¿Estás bien? ¿Dónde estás?
—Estoy bien. Me dirijo al trabajo ahora.
—Bien, ya estoy casi allí.
Empiezo a protestar, pero cuelga antes de que tenga oportunidad.
Para el momento en que llego a la tienda, ya se encuentra allí.
Abro la puerta delantera, lista para contestar preguntas y defender mis razones por patear a su hermano de mi apartamento. Pero me detengo en seco cuando los veo a ambos de pie en el mostrador. Gale está recostado contra este y Madge tiene sus manos encima de él, diciéndole algo que no puedo escuchar.
Ambos giran su rostro cuando escuchan la puerta cerrarse detrás.
—Gale —susurra Madge—. ¿Qué le hiciste? —Ella camina alrededor de la encimera y me tira en un abrazo—. Oh, Katniss —dice, recorriendo sus manos de arriba abajo por mi espalda. Se tira hacia atrás con lágrimas en sus ojos, y su reacción me confunde. Obviamente sabe que Gale es el responsable, pero si ese es el caso, creo que lo estaría atacando, o al menos gritándole.
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Terminamos...
Teen Fiction"EL AMOR DUELE..." ¿cuántas veces hemos escuchado y creído esa frase? ¿Será cierta o simplemente no conocemos la definición de amor y el cómo debe vivirse? Katniss (como muchas otras personas) creció en un hogar disfuncional, donde la idea del amor...