37 (FINAL)

146 11 5
                                    

Hemos concluido con otra adaptación, les pido disculpas por la tardanza pero últimamente tengo mucha presión en mis actividades y casi ni he podido leer, ni hablar de hacer adaptaciones. Pero acá está el final de esta historia. 

Si les soy honesta, este libro me gustó, a pesar de que fue mucho más tranquilo de lo que fue el primero y fue un final digamos con muchos saltos y aclaraciones, más maduro. Espero que les haya gustado.

LES RECUERDO, que esta historia no es mía, la autora es Collen Hoover; esta es una adatpación sin fines de lucro.


Capítulo 37


Pov. Peeta


—¿En serio vas a hacer esto? —pregunta Theo.

Estoy de pie frente al espejo, ajustando mi corbata. Theo está sentado en el sofá, intentando convencerme de que le deje leer mis votos antes de la boda.

—No te los voy a leer.

—Te vas a avergonzar —dice.

—No lo voy a hacer. Son buenos.

—Peeta. Vamos. Estoy tratando de ayudarte. Por lo que sé, probablemente los termines con algo como: "Es mi deseo que seas mi pez".

Me río. No sé cómo se le siguen ocurriendo estas frases después de dos años de esto.

—¿Practicas tus insultos cuando te acuestas por la noche?

—No, me salen de forma natural.

Alguien llama a la puerta y abre una rendija.

—Cinco minutos.

Me doy una mirada más en el espejo antes de volverme hacia Theo.

—¿Dónde está Josh? Tengo que asegurarme de que está listo.

—Se supone que no debo decírtelo.

Inclino la cabeza.

—¿Dónde está, Theo?

—La última vez que lo vi, estaba en el mirador con su lengua en la garganta de alguna chica. Pronto te hará abuelo.

—Soy su hermano. Sería un tío, no un abuelo. —Miro por la ventana, pero el mirador está vacío—. Ve a buscarlo, por favor.

Josh y yo nos parecemos mucho, pero él tiene un poco más de confianza con las chicas que yo a esa edad. Acaba de cumplir quince años, y hasta ahora es la edad que menos me gusta. Estoy seguro de que cuando tenga edad para conducir el año que viene, me va a envejecer una década entera.

Tengo que pensar en otra cosa. Ya estoy nervioso. Quizá Theo tenga razón y deba volver a revisar mis votos para asegurarme de que no hay nada que quiera cambiar o añadir.

Saco la página del bolsillo y la despliego, y luego agarro un bolígrafo por si quiero hacer algún cambio de última hora.


Querida Katniss,

Estoy acostumbrado a escribirte cartas que nunca leerá nadie más, y puede que por eso me haya costado tanto escribir estos votos. La idea de que fueran a ser leídos en voz alta delante de otras personas era un poco aterradora.

Pero los votos no son algo que se haga en privado. El propósito de un voto es hacer una promesa intencional que sea presenciada, ya sea por Dios, o por los amigos y la familia.

Terminamos...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora