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₰ Los Niveles ₰

NARRADOR OMNISCIENTE

Cada persona se movía a su ritmo, hacia sus propias actividades, aunque coincidieran para llegar al mismo fin.

En Polonia los Gorski tomaban un vuelo hacia Berlín para el evento que habían acordado, Luan se encontraba muy contento luego de esperar por semanas una respuesta de los Meyer ante su propuesta.

Su hija mayor estaba tranquila, segura de sí misma, sabía a qué iba a Alemania y lo iba a cumplir, había sido criada para eso toda su vida.

Era claro que esto no había salido de la nada, el pensamiento de Luan donde su familia subía de poder permanecía desde que se enteró que su primer hijo sería una niña.

Ellos declaraban que sería una velada grandiosa.

Anaita Worsted al otro lado del continente, ordenaba a sus hombres proteger a sus hijos sucediera lo que sucediera. Era consiente de quien asistiría a esa reunión y los rumores que rondaban, sabía muy bien que su hija menor crearía un caos y no lo impediría.

Aprendió que para crecer tocaba cagarla, sus hijos eran conscientes de sus decisiones, ellos mismos se harían responsables de sus actos.

Debido a esto tubo una discusión con su esposo Sathiel, era el hombre más terco que pudo conocer en su vida y empeoraba cuando de sus hijos trataba. Casi lo mete en un contenedor, lo mandaba a el polo sur y lo enterraba diez metros bajo nieve; con tal de que accediera a que los cuatrillizos asistieran a la supuesta fiesta.

Antes de volver a la junta que tenía, le envió un corto mensaje a su hija aclarando que ella la apoyaba en cualquier cosa.

Alhea al recibir la notificación, no demoro en abrir el chat con su madre y mirar lo que le había enviado. Era consciente del apoyo de la persona que le dio la vida, pero nunca quedaba mal recalcarlo y tomaría eso como una posible escusa.

-Quédate quieta –regaño Netla ante movimiento de su prima

Le sorprendió que Alhea le pidiera el favor de maquillarla, sus ánimos subieron de repente y no demoro en preparar sus cosas para comenzar con su obra maestra.

Solo sus cuatro primos irían a esa reunión más por petición de sus padres y por qué en parte no estaban tan relacionados con los Meyer.

Zigor por debajo de la mesa contestaba algunos mensajes por parte de Lucia, ella le llamaba la atención y más que nada le gustaba molestarla, ver sus expresiones le daba gracia.

En Berlín la casa principal de lo Meyer estaba patas arriba, Vilma ladraba órdenes a toda la servidumbre mientras su esposo tenía una pequeña conversación con sus hijos en su despacho.

-Una cosa más –hablo antes de que ellos se fueran –Alguno de ustedes sabe dónde está la pulsera de la familia.

No hacía falta ser un genio para saberlo, Maxim era consciente de que Blaise la había tomado enviándola a Italia, para la joven Alhea.

-No sé para qué preguntas si ya sabes, la eh cogido yo.

A sus hermanos no les sorprendió el comportamiento del mayor, ya se habían acostumbrado.

-Me gusta ponerte aprueba Blaise.

-Lo has hecho desde que nací –menciono el nombrado siendo el primero en retirarse

Evander miro con desconfianza a su padre, siguiendo el mismo camino que su hermano, uno por uno dejando solo a Maxim. Diora termino se subir las escaleras, había corrido todo el pasillo para que no se dieran cuenta que ella escuchaba la conversación a puerta cerrada; no le agradaba mucho Alhea Worsted.

PASIÓN [ En Proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora