ψ 41 ψ

18 1 0
                                    

₰ Caras Ocultas ₰

HIYANA WORSTED

ITALIA / ROMA

Aprieto mi mandíbula al ver de nuevo a la mujer con pasamontañas, ahora estoy más consiente que la última vez que entro a este pordiosero lugar, muevo mis muñecas importándome poco que la soga raspe mi piel, lo único que quiero es tomar a la maldita del cuello y asfixiarla.

Se pase por el lugar y escucho mis dientes rechinar de la rabia que me cargo.

Quería tener un santo día en paz. ¡Un día! Quería estar serena y relajar mi cuerpo.

¡Pero no!

A esta perra se le ocurrió interrumpir mi spa, matar a mi masajeador de confianza y como si fuera poco, traerme a este sucio lugar desnuda.

-Pareces mariposa, revoloteando de aquí allá.

No me contesta, sigue agarrado y soltando cosas.

Ay señor celestial que no me haya tocado una lesbiana porque me mato.

Digo no es que tenga nada contra la comunidad lgbt, es mas a mi prima le atraen las mujeres, pero a mí no y ya que mis gustos se basan en los penes, prefiero que me secuestre un hombre.

Aunque tampoco sería una buena idea, no es como si me fuera a gustar acostarme con mi secuestrador.

Salgo de mis pensamientos cuando la enmascarada se acerca, a unos pasos de mi puedo detallar mejor la única parte de su rostro visible, tiene unos ojos grandes color avellana y su tez es un tanto morena.

Bajo mi mirada hacia su mano, ella la levanta con la intención de mostrarme lo que agarra; son unas tijeras tipo para operación y unas pinzas.

Paso mis ojos de su rostro a su mano, hasta que entiendo.

- ¿Pretendes asustarme con eso? –recuesto mi cabeza sobre mi brazo

-Deberías temer –habla, su voz se oye algo distorsionada

Seguramente tiene algún reproductor que cambia el tono de su voz, algo inteligente debe decir, tengo pocas posibilidades de llegar a reconocerla en la sociedad.

-Lo lamento, pero no soy buena actriz –comunico –Te alentaría derramando un par de lágrimas, pero la verdad no saldría ni una.

La mujer me ignora y termina de acercarse, mi cuerpo está expuesto ya que no tengo ni una prenda de ropa que me cubra y mis manos están atadas desde el techo, mis tobillos también están amarrados, lo que hace que mantenga las piernas abiertas de par en par.

Con las pinzas toma mi pezón izquierdo y hago una mueca, porque si me duele, no soy de piedra, pero no es un dolor que te llegaría hacer temblar el cuerpo.

-Oye amiga, si pretendes rajarme el pezón, hazlo ya –me desespero con el pasar de los segundos –Te estas demorando una eternidad.

Ella levanta sus ojos y me mira frunciendo su ceño.

-Estás loca.

-Te estoy dando una oportunidad –confieso –Si de verdad quieres lastimarme, te aconsejo que lo hagas pronto, mucho antes de que mis demonios salgan a flote.

De nuevo me ignora.

A veces las personas se pasan de idiotas.

Algo llega a molestarla y de la nada me da un bofetón, mi corazón se detiene un segundo y luego empieza a latir con fuerza, siento mi sangre recorrer mis venas y el malestar que sentía antes se convierte en fuerza.

PASIÓN [ En Proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora