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₰ Frenesí ₰

ALHEA LOMBORTE

ITALIA / FLORENCIA

Los golpes que me dieron ayer ya empiezan a ser notables con un leve color morado o verde, la cabeza me palpita, tengo los ojos rojos y me pregunto en que momento me cambie la ropa al ver el conjunto de pijama tirado en el suelo del baño.

Mi cabello se asemeja a un nido de pájaros con lo desordenado que esta, trueno mi cuello dejando la presión en esa zona a un lado busco en los gabinetes la crema dental aplicando un poco en el cepillo de dientes para llevármelo a la boca.

Paso mi peso de un pie al otro, me siento incomoda con el roce de mi piel y de solo recordar la razón de esto me dan ganas de estampar mi cara en el espejo.

Escupo la espuma, sorbo algo de agua y vuelvo a escupir dejando de lado el cepillo, tomo una toalla pasándola alrededor de mis labios.

Salgo del baño encontrándome con Blaise ya vestido sentado a un costado de la cama mirando el celular, escucha mis pasos levantando la mirada con su ya conocido ceño fruncido.

-No hay ningún empleado en la cocina preparando el desayuno.

-No hay empleados en esta casa Blaise –puntualizo, buscando algo de ropa en el armario

-Se mueren de hambre en este lugar acaso.

-Por lo general quien cocina es Dalai, Afrodita, Jean o yo.

Siento que se aproxima así que no me sorprende cuando pone sus manos en mi cintura, pegándome a su pecho y aspirando el aroma de mi cabello.

-Tengo hambre.

-Dejas que me cambie; amaneció haciendo mucho frio y no voy a ir a la cocina en bata.

-No te dejaría salir así igualmente –habla dejando un casto beso en mi clavícula

Deshago el nudo de la bata quedando desnuda frente a sus ojos, paso las bragas por mis piernas hasta cubrir mi parte intima, Blaise me ayuda abrochando el sostén para luego pasarme el vestido con tiras de seda multicolor que roza la mitad de mis muslos con una abertura V.

Como si leyera mi mente; el alemán toma mi mano sentándome en la cama, empieza a ponerme las zapatillas de tacón bajo crepe amarrando los listones con precisión.

Abandonamos la habitación atravesando el pasillo de ventanales por donde entra gran luz solar.

Al llegar a la cocina empiezo a tomar todo lo que necesito, haciendo cuentas de la cantidad que debo hacer para todos en la casa mientras mantengo mi atención en el fogón amasando la mescla para el pan, Blaise habla por teléfono atendiendo algunos asuntos externos para mi persona.

Llegan a ser las nueve de la mañana, camino de la cocina al comedor llevando los platos y empezando a servir el café capuchino junto con el jugo de naranja, los huevos con salchichas al horno, el caldo, dejo la bandeja de los tramezzino en el centro junto con la canasta de los cannoli y los sírniki.

Troto devuelta al horno cuando escucho el pitido de este, tomo un guante para sacar con cuidado la torta sharlotka pasándola a un plato redondo al igual que sirvo el senfei y los eierkuchen.

Orgullosa de ver todo en la mesa camino hasta el inicio de las escaleras tomando una larga bocanada de aire.

-El desayuno está servido, a comer –grito a todo pulmón

No demoro en escuchar los ruidos provenientes de las plantas superiores, por el corredor que lleva a las otras habitaciones aparecen los hermanos Meyer todos vestidos y arreglados.

PASIÓN [ En Proceso ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora