Nunca he tenido muchos amigos. Ni nadie que me quiera, básicamente. y Pero todo eso cambió en secundaria. Conocí a gente genial e hice algunas amistades, eso hizo que empezara a ir a fiestas.Mi primera fiesta fue con quince años, nunca había estado en una, pero ir con Kate y Sonia hizo que me sintiera más cómoda y menos temerosa. Las cosas que me habían contado de que cuando ibas a una fiesta solo habían borrachos y gente teniendo sexo eran mentira.
Yo solo veía a gente pasándoselo bien.
Para ser honesta, nunca había querido asistir a una fiesta. Creía que las luces me marearían y me daría dolor de cabeza. Pero aquella noche pintaba muy bien para mí. Probé el alcohol, un porro e incluso me besé con alguien que no conocía.
E iba un poco borracha.
—Voy al baño, chicas —dije, con una sonrisa tonta por culpa del alcohol. Intenté no trastabillar y lo estaba consiguiendo.
Al llegar al pasillo vi a un grupo de gente rodeando a un chico. Quería evitarlos, no pretendía interrumpir lo que fuese que estuvieran haciendo.
Por eso me giré y estaba a punto de comenzar a caminar para ir con mis amigas otras vez, lo juro.
—¿El marica va irse a llorar con su madre? —escuché que dijo una voz masculina.
Entonces tuve que volver a dar la vuelta. Sabía quiénes estaban en ese grupo. Dos de los jugadores de fútbol americano y las animadoras. Ninguno de ellos era majo ni inteligente.
—Dejad que me vaya... —pidió él, con voz temblorosa.
—¿A chupar pollas? —inquirió una chica morena riéndose.
Fui una estúpida, o al menos eso dirán algunos.
Yo creo que fue una forma muy inteligente de hacer amigos y enemigos al mismo tiempo. Porque aquella noche me gané un mejor amigo solo por lo que hice.
Caminé con seguridad hacia ellos. Le toqué el hombro al chico que estaba hablando y, cuando se giró, le metí un puñetazo que me dolió más a mí que a él.
Giró la cara y todo el grupo se giró para mirarme. Él no tardó nada en girarse de nuevo y empujarme haciendo que me cayese en el suelo. Todos rieron y una chica vino a agarrarme del brazo para levantarme e intentar sacarme del pasillo.
Pero ella era una flacucha y yo estaba comenzando a participar en educación física, así que me deshice de su agarre y la empujé al suelo. Ella se levantó rápidamente y me pegó un puñetazo.
La verdad, es que aquel día no había sido uno muy bueno para mí. Mi madre y yo habíamos vuelto a discutir y, cuando eso pasaba, siempre era yo la que tenía que pedir perdón.
Así que iba con ganas de matar a alguien.
Tengo que decir que nadie ganó en esa pelea, porque ninguna de las dos sabíamos dar un buen golpe. Solo nos agarramos de los pelos y nos dimos algún que otro puñetazo.
Pero, entre el ruido de la fiesta y el que hicimos peleándonos, acabó viniendo la policía.
Y ambas acabamos en la comisaría sin saber que, lo que acababa de pasar, tendría un gran efecto en nuestras vidas.
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slay Celia slay
la d abajo es celia 😈
y esta es rachelambas tienen 15 años así que en el próximo cap cambiarán porque habrán crecido 😀
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Tus espinas
Romance"El aleteo de las alas de una mariposa puede sentirse al otro lado del mundo, desencadenando una serie de eventos inesperados" --- Celia y Rachel se odian, eso lo sabe todo el mundo. Pero ambas deberán de hacerle frente a sus sentimientos cuando se...