Capítulo: 2

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                              Sara.

Una semana pasó desde que me  reencontré con el hermano mayor de mi ex marido Diego.

Dániel Scott.

Joder aún nombrar su nombre en mí mente me aturde a tal nivel que me da miedo porque me juré no volver a caer ante un Scott.

Todos ellos son unos infieles, machistas y retrógrados.

Sin duda Dániel es igual a su hermano que fue un completo capullo conmigo.

Lo bueno es que hoy es viernes y podré desestresarme.

Mientras camino rumbo al ascensor para subir al séptimo piso donde queda la zona administrativa donde tengo mi oficina cerca de presidencia.

Saludo a Kristin la rubia recepcionista muy bonita pero algo tonta quien me devuelve el saludo con una sonrisa para centrar su atención en el teléfono que suena.

Sé bien lo estresante que es estar todo el día atendiendo llamadas de clientes o futuros clientes, yo antes de ascender a ejecutiva administrativa fui recepcionista y juro que al finalizar el día alucinaba en mi cama que sonaba el maldito teléfono.

Sin obviar que algunos clientes son unos pesados e incluso falta de respeto que provocan mandar a la mierda y otros casi que lo mismo pero ¿que se le puede hacer?

Ya en el ascensor donde sin poder evitarlo recuerdo otra vez a Dániel y un calor abrazador me recorre la columna vertebral y me estremesco.

¿Que mierda...?

Antes de poder regañarme por comportarme como si fuese una chiquilla hormonada las puertas del elevador se abren en mi piso y yo salgo disimulando el cabreo que tengo conmigo misma.

Frunzo el ceño al ver que la antigua oficina que hasta la semana pasada estaba desocupada ahora está prácticamente para su uso.

Seguro es un nuevo Ejecutivo porque si fuese abogado no estaría aquí, sino en el área de ellos.

No le doy importancia para ir hacia mi oficina que es al frente de la que estaba en desuso e ingreso cerrando la  puerta a mis espaldas.

Don Robert llega más tarde así que tengo tiempo de sobra para acomodar todo y comenzar en cuanto él llegue.

Me enfrasco entre papeles cuando mi puerta es tocada y miro el reloj de mesa y me sorprendo al darme cuenta que son ocho y media de la mañana.

Vaya si que pasa la hora cuando me distraigo. Ya me ha pasado antes.

Me levanto para abrir con una sonrisa encontrando me con mi jefe que al verme también sonríe.

__Buen día querida Sara ¿como estás?

__Buena día Don Robert, estoy bien gracias ¿y usted?

__Muy bien, mi niña, ven quiero presentarte a mi nuevo socio que empieza hoy con nosotros.

__Aah, ya entiendo porque estaban arreglando esa oficina vacía.

__Obejeto serena para salir luego de que mi jefe tan caballeroso me dejara espacio y hacerlo él de último cerrando la puerta.

Me dirige a la ex oficina vacía, me causa curiosidad saber quién está ahí.

Mi jefe toca la puerta y a los pocos minutos alguien abre.

Y...Esto jodidamente no está pasando.
¿Verdad?

Don Robert me hace entrar tomando me del brazo con delicadeza después que la imponente presencia del Ojiazul se quita de la entrada para cerrar la puerta.

Somos Fuego (Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora